
Manos Amigues comenzó como comedor para personas LGBTQ+ y ahora brinda apoyo integral a migrantes, adultos mayores y población en situación vulnerable en CDMX
Manos Amigues nació en 2021 como un comedor dedicado a personas LGBTQ+ en situación de pobreza en la colonia Guerrero, alcaldía Cuauhtémoc, Ciudad de México. Su fundador, Brent Alberghini, explica que la iniciativa surgió durante la pandemia como una respuesta a las necesidades alimentarias, distribuyendo inicialmente 300 despensas por semana. Hoy, este espacio se ha transformado en un centro de asistencia integral que atiende también a migrantes, adultos mayores, personas en situación de calle y trabajadoras sexuales trans, respondiendo a la diversidad de necesidades en esta zona con alta vulnerabilidad social.
“Para nosotros, el comer todos los días no es un privilegio, es un derecho. Y al final, cruzando la puerta, todos somos iguales”, afirma Ghael Montagné, vocero de Manos Amigues. La cocina inicia labores a las 6:00 horas, y mensualmente se sirven alrededor de cinco mil comidas a un precio simbólico de 11 pesos, que cubre el salario del personal.
Aunque el proyecto mantiene su enfoque original en la población LGBTQ+, es un espacio abierto a todas las personas en situación de exclusión. “Aquí vienen adultos mayores sin apoyo familiar, familias migrantes con niños, personas en situación de calle y cualquier persona con hambre”, agrega Alberghini. Esta labor es especialmente relevante frente a los datos del PNUD, que señalan que el 63% de las personas LGBTQ+ en México tiene ingresos menores a 12 mil pesos mensuales, y la mitad gana menos de seis mil, cifras insuficientes para cubrir una vida digna.
Activistas como Omar Edward, representante de la comunidad Drag Queen, consideran que el modelo de Manos Amigues debería replicarse en otras zonas de la ciudad para extender el apoyo. Aunque reconoce avances legales en la Ciudad de México para la comunidad LGBTQ+, destaca que la discriminación laboral y social sigue provocando vulnerabilidad y hambre en este sector.
Además de ofrecer alimentos, Manos Amigues brinda servicios médicos gratuitos, asesoría en salud sexual, talleres, actividades culturales y bazares de ropa. “Cada mes abrimos el espacio para convertirlo en una clínica donde una organización ofrece fisioterapia, medicina general, odontología, pruebas de VIH y distribución de condones”, señala Alberghini. Así, el centro se posiciona como el primer espacio comunitario LGBTQ+ en la capital con un enfoque integral para atender necesidades esenciales, sin exclusión.
La cocina es operada por Tania Marla, quien prepara diariamente grandes cantidades de alimentos para atender a las alrededor de 200 personas que se forman desde horas antes en la fila. Entre ellas está María, una mujer lesbiana de la tercera edad que considera a Manos Amigues su segunda familia, especialmente tras perder el apoyo de su familia biológica por su orientación sexual.
Este proyecto representa un ejemplo de solidaridad y resiliencia que transforma la asistencia alimentaria en un espacio de inclusión y dignidad para quienes más lo necesitan.