
Arzobispo de Bolonia y figura clave en misiones de paz, Matteo Zuppi es uno de los candidatos con mayor respaldo para suceder a Francisco en el Vaticano.
Matteo Zuppi, una figura clave del ala progresista en el Vaticano, gana terreno como posible sucesor de Francisco
El cardenal italiano Matteo Zuppi, reconocido por su estilo cercano y su enfoque pastoral en línea con el del papa Francisco, se perfila como uno de los principales candidatos para liderar la Iglesia católica en el futuro. Diplomático discreto, con 69 años de edad y una trayectoria marcada por la promoción de la paz, actualmente dirige la Conferencia Episcopal Italiana y es arzobispo de Bolonia.
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Zuppi ha sido comparado con el actual pontífice por su compromiso con los sectores más vulnerables, su sensibilidad social y su apoyo a causas como la inclusión de migrantes y personas LGBT dentro de la Iglesia. No obstante, su temperamento mesurado y reservado lo distingue del estilo más frontal de Jorge Bergoglio.
En 2019 fue nombrado cardenal por Francisco y, desde entonces, ha ganado gran popularidad en Italia. Es conocido por su estilo de vida modesto: vive en una residencia para sacerdotes jubilados y se desplaza en bicicleta. Sus jornadas comienzan antes de las seis de la mañana y pueden extenderse hasta pasada la medianoche.
Uno de los aspectos que fortalecen su perfil papal es su participación en misiones internacionales de mediación impulsadas por el Vaticano. Zuppi ha intervenido en procesos de paz en regiones como Mozambique, Burundi y, más recientemente, Ucrania, donde encabezó una delegación vaticana para dialogar con actores clave en Kiev, Moscú, Washington y Pekín.
Ligado desde joven a la comunidad de Sant’Egidio —una organización católica laica con vocación diplomática—, Zuppi ha sido pieza fundamental en la promoción del diálogo interreligioso y la resolución de conflictos. Sin embargo, algunos sectores conservadores ven con recelo su cercanía a esa organización, por temor a una posible influencia excesiva en las decisiones de la Iglesia global.
Nacido en Roma en 1955, Zuppi creció en una familia católica de seis hijos. Estudió historia, filosofía y literatura, y ha ocupado distintos cargos pastorales antes de ser designado arzobispo. Además de su papel pastoral, forma parte de importantes órganos vaticanos como el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral y la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica.
Con un enfoque conciliador, Zuppi se ha mostrado abierto a formas litúrgicas tradicionales como la misa en latín, pero sin perder su carácter reformista. Él mismo se describe como un hombre enamorado de Jesús, y ha expresado con franqueza que la Iglesia debe acoger a todos, recordando que es una comunidad formada por seres humanos, no por personas perfectas.
Aunque comparte protagonismo con otros prelados italianos como Pietro Parolin y Pierbattista Pizzaballa, Matteo Zuppi es, sin duda, una de las figuras más representativas del rumbo que podría tomar el Vaticano en la era post-Francisco.
Con información de Excelsior