
El Parlamento Europeo expresó su “profunda preocupación” por la disminución continua de la vaquita marina.
México deberá informar en la COP20 de CITES sus avances y pendientes en la protección de la vaquita marina. Este lunes 24 de noviembre iniciará en Uzbekistán la vigésima Conferencia de las Partes (COP20) de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), donde México deberá presentar un balance de los progresos y omisiones en la implementación del Plan de Acción de Cumplimiento para evitar la extinción de la vaquita marina.
Alejandro Olivera, representante del Centro para la Diversidad Biológica (CDB) en México, señaló que, pese a que el plan entró en vigor hace más de dos años, en el Alto Golfo de California aún no se aplica plenamente la prohibición del uso de redes de enmalle, ni se han regulado los puntos de desembarque ni impulsado técnicas de pesca sustentable. Subrayó que la pesca ilegal persiste dentro de la Zona de Refugio de la Vaquita, y que el censo más reciente estima entre siete y diez ejemplares, un dato que, aunque refleja algunos avances reconocidos por la Secretaría General de CITES, evidencia fallas importantes.
En una resolución reciente, el Parlamento Europeo expresó su “profunda preocupación” por la disminución continua de la vaquita marina y el pez totoaba, y llamó a México a aplicar de inmediato y sin excepciones el Plan de Acción de Cumplimiento. Asimismo, pidió a la Secretaría General de CITES suspender el comercio de especies protegidas y sus derivados provenientes de México, como medida ante el incumplimiento de metas.
El Parlamento también instó a los países miembros de la Unión Europea y a otras naciones de tránsito y destino a fortalecer las acciones contra el comercio ilegal e insostenible de totoaba y destinar recursos suficientes para combatirlo.
La delegación mexicana llegará a la COP20 con varias propuestas, entre ellas la inclusión de todas las especies de víboras de cascabel en el Apéndice II para frenar su tráfico y explotación por pieles, toxinas y comercio de mascotas. También buscará proteger a las palmas cola de caballo, como la Beaucarnea recurvata, originarias de zonas semidesérticas de Oaxaca y Veracruz, cuya extracción ilegal ha aumentado para abastecer mercados ornamentales en Asia y Europa.
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Hasta ahora, México no ha fijado una postura respecto a otras propuestas de alto impacto, entre ellas las que afectan la conservación de jirafas, el antílope saiga y diversas especies de tiburones. También se discutirán temas altamente sensibles como la posible reapertura del comercio de marfil de elefante y cuernos de rinoceronte.
La COP20 evaluará planteamientos para restringir o prohibir el comercio de fauna silvestre que abarca desde cálaos de colores y tarántulas rosadas, hasta tiburones, pepinos de mar, lobos marinos y halcones peregrinos. Las decisiones podrían impactar a más de un centenar de especies de fauna y flora, entre ellas 14 mamíferos, 16 aves, 68 reptiles, cuatro anfibios, 74 tiburones y rayas, 17 peces, 23 invertebrados y numerosas plantas.
Olivera destacó que, aunque México ha avanzado con iniciativas para proteger a especies como las víboras de cascabel y las palmas cola de caballo, también es fundamental que respalde propuestas urgentes para la protección de jirafas, tiburones y el antílope saiga.







