México y la despenalización de la droga

Hoy se discute en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia en un nuevo proyecto que busca despenalizar la posesión de cualquier droga siempre y cuando sea para consumo personal

¿Qué pasa si la policía le encuentra 5 gramos de mariguana, medio gramo de cocaína, 50 gramos de heroína, 40 miligramos de polvo de cristal, 2 gramos de opio, una tableta de 200 miligramos de metanfetamina ó 0.015 miligramos de LSD?

Según el artículo 478 de la Ley General de Salud, absolutamente nada, pues son cantidades estipuladas en el marco legal como de consumo personal.

Pero ¿qué pasaría si a esta lista se le suman otras drogas como el peyote, clonazepam y unas tantas más? Y además, eliminamos el tope en las cantidades de consumo.

Pues esto, se discutirá hoy en la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia en un nuevo proyecto que busca despenalizar la posesión de cualquier droga siempre y cuando sea para consumo personal.

El argumento, que la farmacodependencia es una enfermedad y que el Estado no puede sancionar a alguien por una condición de salud personal. Ya que perseguir a una persona penalmente por poseer narcóticos para su consumo, atentan contra el libre derecho del desarrollo de la personalidad, la autonomía y la salud individual.

Además de que esto representa un ejercicio arbitrario del poder público. Con una postura conservadora y discriminatoria hacia quienes consumen narcóticos, quienes además son vistos como personas no deseables y eventuales delincuentes.

¿Qué opinan? Lógico, irreverente o un tema a debate.

Es más, pongámoslo más interesante y juguemos al abogado del diablo. Quienes hemos defendido a las mujeres y la capacidad de decidir sobre su cuerpo en temas como el aborto, ¿no estamos a la vez sentando precedente para que todo ciudadano pueda elegir qué se pone o qué se mete? ¿No es acaso libertad de elección lo que estamos pidiendo?

O mejor aún, qué tantos compromisos y responsabilidades estamos dispuestos a asumir si se nos ofrece el derecho a decidir.

Hasta el momento las posturas han sido encontradas. Algunos afirman que si esto sucede estaríamos condenando a la sociedad al consumo desmedido de las drogas; otros argumentan que esto bajaría el consumo y pondría fin a la parte lucrativa del narcotráfico, ya que cuando el negocio es un crimen, serán los criminales quienes tomen control de el.

¿Qué pasara? Por lo pronto habrá que estar pendientes al tema. Informarnos sobre los pros y contras. Generar los datos suficientes para poder hacer un juicio fundamentado y sobre todo tener claro que no hay derecho que no genere obligaciones y estar conscientes si seremos capaces de asumirlos. Mientras tanto, que se abra el debate.

Espero sus opiniones, pero sobre todo sus argumentos.

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