La conductora compartió que sufrió un infarto en el nervio óptico y recientemente vivió otro incidente que casi le cuesta el ojo.
La conductora y modelo Montserrat Oliver reveló que desde hace 15 años convive con una afectación irreversible en uno de sus ojos, luego de sufrir un infarto en el nervio óptico. Aunque ha mantenido discreción sobre su estado de salud visual, recientemente compartió detalles del problema que alteró para siempre su manera de ver el mundo.
En entrevista con TVNotas, Oliver relató que el primer episodio ocurrió mientras realizaba ejercicio en la Ciudad de México. De forma repentina, sintió una intensa molestia en el ojo derecho, que describió como si le hubieran disparado un flash directamente a la vista.
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“Me ardió muchísimo esta parte del ojo. A partir de ahí, comenzó a nublarse mi visión y ya no recuperé del todo la vista”, explicó.
Los estudios médicos revelaron que la causa fue un infarto en el nervio óptico central, el cual dejó secuelas permanentes. Aunque no perdió por completo la visión del ojo derecho, su campo visual quedó afectado.
“Si empiezo a maquillarme el ojo derecho, ya no veo lo que estoy haciendo. Veo borroso. No es ceguera total, pero sí me limita”, detalló.
Un nuevo susto reciente
Años después de ese primer incidente, la también empresaria vivió otro momento crítico cuando una partícula le provocó una lesión ocular mientras cortaba el pasto en su rancho. Era fin de semana, y al no encontrar un oftalmólogo disponible, debió acudir a emergencias sin la certeza de ser atendida con el equipo adecuado.
“Me entró algo al ojo y no sabía qué era. No tenía acceso inmediato a un especialista. Al final, resultó que tenía una rasgadura causada por una basurita. Por suerte me lo trataron a tiempo”, contó.
Oliver reflexionó sobre lo frágil que puede ser la salud visual: “Literal, en un abrir y cerrar de ojos puedes perder la vista”.
Más allá de los problemas oculares
Además de sus complicaciones de salud, Montserrat también ha enfrentado otros momentos de riesgo, como el que vivió en 2006, cuando fue mordida por una leona durante una visita a un zoológico en Tecámac. El ataque le dejó una lesión en un dedo, pero no le quitó su amor por los animales.
A pesar de estos episodios, la conductora continúa activa en su carrera profesional y ha compartido que ha aprendido a vivir con los retos que le ha impuesto su salud, sin dejar de ser una figura constante en los medios.
Con información de Excelsior
