
Con el deceso de Fernando Soto, conductor de la unidad, la cifra de víctimas fatales ascendió a 19.
La tragedia ocurrida en el Puente de la Concordia, en Iztapalapa, sumó una nueva víctima: Fernando Soto Munguía, operador de la pipa de gas LP que estalló el 10 de septiembre, perdió la vida la noche del lunes 16 tras permanecer seis días en estado crítico.
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La Secretaría de Salud de la Ciudad de México confirmó su fallecimiento, con lo que el saldo mortal del siniestro aumentó a 19 personas, además de más de 90 lesionados.
Soto, de 34 años, trabajaba para Transportadora Silza, empresa del Grupo Tomza. Fue trasladado inicialmente a un hospital del Estado de México y después al Hospital de Traumatología y Ortopedia “Dr. Victorio de la Fuente Narváez” del IMSS, donde finalmente murió debido a las graves quemaduras que presentaba.
De acuerdo con testigos, tras la volcadura, el conductor habría advertido a las personas que se alejaran antes de la explosión, aunque esta versión no ha sido confirmada oficialmente.
La Fiscalía General de Justicia capitalina señaló que el caso se investiga bajo los delitos de homicidio culposo, lesiones y daños a la propiedad. Una de las principales líneas de indagación apunta al exceso de velocidad como posible causa del accidente.
Fernando era padre de familia y principal sostén económico de su hogar. Vecinos y conocidos lo recuerdan como un hombre trabajador que buscaba dar un mejor futuro a su esposa e hijos.
La explosión movilizó a más de 300 elementos de emergencias, destruyó viviendas, vehículos y comercios en la zona de Calzada Ignacio Zaragoza y dejó a decenas de familias afectadas.
Actualmente, 32 personas continúan hospitalizadas y 33 más han sido dadas de alta. La empresa Silza aseguró que activó sus seguros y protocolos de apoyo para los afectados y sus familias.
Con información de Excelsior