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Muere el pintor Balthus, ¿De verdad eran pornográficas su obras?

Balthus explotó como nadie el aspecto sexual en su obra, por lo cual fue muy criticado, inclusive tras su muerte

Balthasar Kłossowski de Rola, Balthus, fue hijo de un historiador del arte de la élite cultural francesa de principios del siglo XX.

El pintor creció en un ambiente marcado por un pasado aristocrático e influenciado por las corrientes y pensamientos surrealistas, el artista comprendió que el escándalo era una de sus mejores bazas.

Resultado de imagen de Balthus

En sus memorias, Balthus afirma: “Mis niñas sobrepasan la condición mortal, exaltan la vida con la tensión de su carne, con la luz que las rodea”. No encuentra nada turbio en su tratamiento. La única obra que reconoce como porno, no incluida en la muestra, es La lección de guitarra, donde la profesora tañe la vulva de una niña recostada en su regazo. El artista tenía entonces 28 años.

Balthus explotó como nadie el aspecto sexual en su obra, que quizás hoy en día sea más escandalosa que en esos años. Incluso en Alemania se censuro una exposición.

Una campaña en internet reunió 10 mil firmas para que el Metropolitan de Nueva York retirase el cuadro Thérèse Dreaming por ser considerado como “sexualmente sugerente”.

Resultado de imagen de Thérèse Dreaming

Él pintó Lolitas en escenas de lo más inquietantes. Son recordadas sus ninfas que nunca sonríen y miran a la nada en las posturas más eróticas, enseñando sin querer su ropa interior.

Muchacha ante el espejo. Balthus. Museo Thyssen.

Según palabras del artista son personajes inocentes, es el espectador, ese oscuro voyeur, el que mancha su inocencia. Balthus sabía muy bien que el arte no es (o no debe ser) una actividad inocente.

A la pregunta de si era pornográfico, Setsuko, su esposa, responde: “No era un pintor pornográfico. Creo que los cristianos tienen un problema con el erotismo. Soy animista y para nosotros el sexo es maravilloso”.

Resultado de imagen de Balthus

“Yo quería acercarme al misterio de la infancia, a su languidez. Al secreto del alma, a la tensión aún luminosa de su capullo sin abrir del todo. Ese paisaje”, relataba un Balthus. “Nunca he querido perder el hilo, al contrario, he procurado reforzarlo. De modo que nunca he salido de la infancia, ¿será por eso por lo que he pintado con tanto tesón flores y muchachas en flor?”, se preguntaba en sus memorias. “Mis niñas sobrepasan la condición mortal, exaltan la vida con la tensión de su carne, con la luz que las rodea”.

Desnudos de Balthus en el Thyssen.

En los años cincuenta, tras su muerte, el pintor realiza paisajes, vistas desde la ventana de su castillo del siglo XIV en Nièvre, y en 1956 el Museo de Arte Moderno de Nueva York le dedica una exposición.

A Balthus le gustaba decir que cumpliría 24 años antes de su muerte, pues nació en año bisiesto.

Tras su muerte su obra se ha mostrado al rededor del mundo en sus obras. Las exposiciones de museo han tratado de aportar contexto a las obras para evitar controversias.

Por ejemplo, en Thérese dreaming, se señala lo siguiente: “Lo que podría ser una escena inocente se convierte en problemática a causa del punto de vista elegido, mediante el cual Balthus nos sitúa en el incómodo papel de involuntarios voyeurs. Su afán de poner a prueba la moral burguesa cabe situarlo en el contexto de los debates surrealistas de la década de 1930 sobre los límites de la sexualidad”.

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