
Durante un safari en Namibia, un empresario alemán fue atacado por una leona al salir de su tienda de campaña; el felino fue sacrificado tras el hecho
Una experiencia de ecoturismo en Namibia terminó en tragedia cuando el empresario alemán Bernd Kebbel perdió la vida tras ser atacado por una leona en la madrugada del 30 de mayo. El incidente tuvo lugar en la remota región de Kunene, al norte del país, dentro de la reserva natural Hoanib Skeleton Coast Camp, conocida por su paisaje inhóspito y fauna silvestre.
Kebbel, de 59 años y dueño de una firma especializada en vehículos todo terreno en la capital namibia, Windhoek, se encontraba en el lugar acompañado de su esposa, Conny, y un grupo de amigos. La comitiva disfrutaba de un safari de lujo que incluía pernoctar en tiendas elevadas. Sin embargo, al bajar de su carpa para dirigirse al baño, el empresario fue sorprendido por una leona que merodeaba el campamento.
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El animal, identificado como “Charlie” por expertos en fauna local, lo atacó directamente en el cuello. Aunque su esposa y otros visitantes intentaron intervenir, no fue posible salvarle la vida debido a la gravedad de las heridas y la distancia de cualquier centro médico. “Murió haciendo lo que más le gustaba”, declaró su esposa a medios tras confirmarse el fallecimiento.
Autoridades de vida silvestre en Namibia explicaron que la zona del ataque no contaba con cercado, ya que este tipo de safaris buscan ofrecer una experiencia directa con el entorno natural. Sin embargo, subrayaron que el hecho de que Kebbel estuviera solo durante la noche fue una omisión crítica en materia de seguridad.
El suceso no solo conmocionó a los círculos turísticos y diplomáticos, sino que también reabrió el debate sobre los límites del turismo en reservas naturales. La embajada de Alemania confirmó el deceso y ofreció apoyo consular a la familia.
Un día después del ataque, la leona Charlie fue localizada mediante su collar de rastreo GPS. El Ministerio de Medio Ambiente, Silvicultura y Turismo ordenó su sacrificio inmediato, argumentando que representaba un riesgo alto para la población. La medida desató controversia entre ambientalistas, quienes insistieron en que el conflicto había surgido por la intromisión humana en hábitats silvestres.
“La muerte de Charlie no resolverá el conflicto entre humanos y fauna. Se necesita regulación responsable del turismo”, declaró la organización Desert Lion Conservation, que también advirtió que la leona había dejado crías cuya supervivencia ahora está comprometida. La Fundación Gondwana Collection Namibia asumió el monitoreo de los cachorros, aunque su destino sigue siendo incierto.
Frente a las críticas, el gobierno namibio anunció una posible revisión de los protocolos en safaris. Entre las medidas que se analizan están las escoltas armadas nocturnas, campamentos con infraestructura cerrada y baños dentro de las tiendas.
Expertos como la bióloga Marta Von Kleist advirtieron que es urgente replantear la relación entre el turismo y la conservación. “La naturaleza no es un zoológico. Hay que entender los riesgos y respetar el hábitat de los animales salvajes”, subrayó.