
Un niño indígena de tres años perdió la vida tras caer en un pozo agrícola de más de 100 metros de profundidad en una huerta de Cuauhtémoc, Chihuahua
Una tragedia conmovió a la comunidad agrícola de Cuauhtémoc, Chihuahua, luego de que un menor rarámuri de tres años cayera en un pozo agrícola abandonado de más de 100 metros de profundidad. El accidente ocurrió la tarde del jueves en una huerta manzanera ubicada en las calles Ingeniería y Quinta Lupita, donde el pozo, que estaba en desuso, no contaba con ningún tipo de protección ni señalización.
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El pequeño, identificado por la Fiscalía General del Estado con las iniciales N.H.B., era hijo de trabajadores de la huerta “Lizeth”. La alerta se dio alrededor de las 6 de la tarde, cuando testigos informaron que el niño había caído en una abertura de apenas 30 centímetros de diámetro. Equipos de emergencia acudieron de inmediato y, mediante una cámara especial, lograron confirmar que el menor seguía con vida una hora después del accidente.
“Estaba con vida”, informó el jefe de Bomberos, René Martínez, tras observar al niño dentro del pozo mediante equipo especializado. Esto generó esperanza entre familiares, rescatistas y habitantes, quienes siguieron paso a paso los esfuerzos de salvamento.
Las labores se extendieron durante más de cinco horas, en una operación que incluyó maniobras de descenso, cuerdas, cámaras y ganchos. Lamentablemente, alrededor de las 11 de la noche, el cuerpo del menor fue extraído sin signos vitales. De acuerdo con el informe preliminar, habría fallecido por asfixia.
El caso ha generado indignación en la comunidad, y ahora será el Ministerio Público quien determine si hay responsabilidad legal por parte de los dueños de la huerta, quienes mantenían el pozo expuesto y sin las medidas mínimas de seguridad.
La muerte del niño, inicialmente identificado como David, ha abierto el debate sobre las condiciones en las que viven y trabajan muchas familias indígenas en zonas rurales, donde las omisiones en infraestructura representan un riesgo latente. Las autoridades continúan con las investigaciones para deslindar responsabilidades.