
El túnel, presuntamente utilizado para robo de combustible, se ubicaba cerca de ductos de Pemex; vecinos recuperaron los cuerpos y retrasaron el acceso oficial.
Seis personas fallecieron la noche del jueves en el municipio de Otumba, Estado de México, luego del derrumbe de un túnel subterráneo que, de acuerdo con reportes preliminares, habría sido construido para el robo clandestino de hidrocarburos.
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El accidente ocurrió en la comunidad de Cuautlalcingo, a unos 300 metros de un ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex), en una zona rural rodeada de nopaleras y terrenos de cultivo. El colapso del túnel se registró aproximadamente a las 20:30 horas, dejando atrapados a los seis hombres en su interior.
Tras el siniestro, cuerpos de emergencia acudieron al lugar, pero se encontraron con la negativa de los habitantes, quienes bloquearon el paso e impidieron que las autoridades ingresaran para realizar labores de rescate.
Solo uno de los cuerpos fue extraído inicialmente, con ayuda de una retroexcavadora. Más tarde, habitantes de la zona, por su cuenta, recuperaron los otros cinco cuerpos. De acuerdo con la Fiscalía General de Justicia del Estado de México, las familias se resistían a entregar los restos a las autoridades, alegando que deseaban sepultarlos conforme a sus tradiciones.
Horas después, y tras dialogar con representantes de la Fiscalía, los familiares accedieron a que los cuerpos fueran trasladados para los peritajes correspondientes.
La región de Otumba ha sido señalada en reiteradas ocasiones como un punto crítico en el robo de hidrocarburos, debido a la cercanía con ductos estratégicos de Pemex. Según investigaciones previas, existen indicios de que algunas comunidades participan activamente en esta actividad ilegal y se protegen mutuamente para evitar la intervención de las autoridades.
Con información de Excelsior