
El juguete de Topo Gigio, comprado en una feria de Salta, fue vinculado con apariciones, pesadillas y marcas físicas en un bebé.
Lo que comenzó como una compra nostálgica terminó convirtiéndose en una historia de terror. En la provincia de Salta, Argentina, una mujer adquirió un muñeco del popular personaje infantil Topo Gigio en una feria local. Lo que no imaginó fue que el juguete desencadenaría una serie de fenómenos perturbadores en su hogar, afectando incluso a sus hijos.
Te puede interesar: Farid Dieck defiende a Jessica Fernández en premiación por su podcast
La experiencia fue relatada por el usuario Maxi Zelaya a través de redes sociales, donde detalló que la madre, con cuatro hijos pequeños, llevó el muñeco a casa para decorar la habitación infantil. Sin embargo, la tranquilidad del hogar se rompió desde la primera noche.
Según el testimonio, ruidos extraños comenzaron a escucharse, similares a pasos arrastrados. Al revisar la habitación, la madre encontró al muñeco en un lugar distinto al que lo había dejado, con su expresión fija y ojos oscuros que parecían observar cada rincón.
Poco a poco, la situación se tornó más inquietante: primero murió el perro de la familia con signos de violencia, luego desapareció la gata, y un olor desagradable comenzó a impregnarse en el ambiente, especialmente en el sitio donde permanecía el muñeco. Las pesadillas se volvieron constantes y cada vez más intensas. En ellas, el personaje infantil cobraba vida y la acechaba con susurros en lenguas desconocidas y transformaciones grotescas.
La mujer también aseguró haber presenciado una sombra oscura rondando la casa, dirigiéndose siempre a la habitación de los niños. Temiendo por su familia, pidió ayuda a una vecina, quien le recomendó contactar a un sacerdote.
Aunque el religioso bendijo la vivienda y se llevó el muñeco, al día siguiente este reapareció inexplicablemente en la cocina. La situación llegó a un punto crítico cuando el hijo menor despertó con marcas rojas similares a arañazos en cuello y brazos.
Desesperada, la mujer intentó destruir el objeto con fuego, pero el muñeco no se consumió. Incluso arrojarlo a un canal no sirvió de nada: al amanecer, volvió a aparecer en casa.
Finalmente, la madre publicó un mensaje en Facebook ofreciendo el muñeco, con una advertencia: “Vendo Topoyiyo. Para quien quiera un pedazo de oscuridad”. Poco después, la publicación fue eliminada misteriosamente y, según usuarios, no se volvió a saber nada de ella ni de su familia.
Con información de Excelsior