
El reto viral “Ojitos Mentirosos” mezcla estética popular con un trasfondo de crítica social, pero se volvió polémico cuando algunos influencers lo reprodujeron sin comprender su contexto cultural.
La dinámica, nacida en México, muestra a jóvenes maquillados de payaso recorriendo barrios y colonias al ritmo de la cumbia homónima del grupo Tropicalísimo Apache. Las imágenes, situadas en entornos populares y marginados, han sido interpretadas como una denuncia visual de la desigualdad: la música alegre contrasta con los escenarios urbanos, resaltando problemáticas sociales.
Aunque muchos usuarios celebran la creatividad y la forma en que se visibilizan estas realidades, otros advierten que el trend corre el riesgo de banalizar o romantizar la pobreza. Esta tensión se acentuó cuando creadores extranjeros comenzaron a replicarlo sin tener claro el mensaje original.
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El caso más señalado fue el de la influencer española Mujer Buena Pasta, quien recreó el trend desde una casa con alberca, en un entorno ajeno al contexto que lo originó. Su video generó numerosas críticas por considerarse insensible y vaciar de contenido social la propuesta. Aun cuando ofreció disculpas, usuarios mexicanos acusaron que convirtió una denuncia en un simple recurso estético.