
En Haití, una mujer preparó empanadas envenenadas que provocaron la muerte de 40 pandilleros, convirtiéndose en símbolo de resistencia en su comunidad
El drama de la violencia en Haití ha alcanzado un nuevo episodio que ha sorprendido al país y al mundo. Una mujer, cuyo nombre se mantiene en reserva por motivos de seguridad, elaboró empanadas envenenadas que provocaron la muerte de al menos 40 integrantes de Viv Ansanm, una de las pandillas más temidas de Puerto Príncipe. Este acto, ocurrido en uno de los barrios más afectados por el crimen organizado, ha sido recibido con reacciones divididas: mientras algunos la consideran una heroína, otros alertan sobre los riesgos de fomentar la justicia por mano propia.
Una acción inesperada en medio del caos
Según informaron medios locales como Le Nouvelliste y agencias internacionales como Reuters, la mujer habría decidido actuar tras perder a familiares a manos de la pandilla. Con el apoyo de otras mujeres del vecindario, preparó empanadas mezcladas con una sustancia tóxica aún no identificada. Fingiendo ser una vendedora ambulante, se infiltró entre los pandilleros para distribuir los alimentos, desencadenando la tragedia que rápidamente se convirtió en tema de conversación nacional.
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Vecinos del barrio, que pidieron mantener el anonimato, aseguraron que la violencia en la zona ha disminuido desde el suceso, aunque temen posibles represalias. Algunos habitantes celebraron abiertamente el acto, mientras que organizaciones defensoras de derechos humanos expresaron preocupación por el riesgo de que aumenten los linchamientos o actos similares.
Viv Ansanm: terror en las calles de Haití
La pandilla Viv Ansanm, cuyo nombre significa “vivimos juntos” en criollo haitiano, ha sembrado el terror en Puerto Príncipe durante años. Controla zonas clave como Carrefour, Martissant y partes de Delmas, operando en actividades delictivas que van desde secuestros y extorsiones hasta asesinatos.
Tras la renuncia del primer ministro Ariel Henry y el colapso institucional de 2021, el grupo ha expandido su influencia con creciente impunidad. Según datos recientes de la ONU, la violencia generada por pandillas ha dejado más de 2,500 muertos en Haití en lo que va de 2025, exacerbando una crisis humanitaria que ya era alarmante.
Fuentes extraoficiales reportan que, tras la intoxicación masiva, miembros de Viv Ansanm se habrían replegado temporalmente, generando un respiro parcial en la comunidad. Sin embargo, expertos advierten que este tipo de episodios podrían desencadenar nuevas olas de violencia.
Una heroína para algunos, un dilema para otros
El caso ha abierto un profundo debate en la sociedad haitiana. Muchos habitantes consideran a la mujer como un símbolo de resistencia frente a la impunidad y el abandono estatal. Incluso se han alzado voces que piden apoyo y protección para evitar que sea blanco de represalias.
Sin embargo, otros sectores señalan los riesgos de normalizar este tipo de actos. “Este caso refleja el nivel de desesperación de la población”, explicó un portavoz de la organización haitiana RNDDH a BBC News. “La ausencia del Estado ha llevado a la gente a actuar por su cuenta”.
La situación también ha encendido las alarmas entre grupos de derechos humanos que temen que el acto inspire a otros ciudadanos a tomar la justicia en sus manos, con consecuencias impredecibles.
Investigación en curso, silencio oficial
El Consejo Presidencial de Transición, que enfrenta la difícil tarea de reconstruir la gobernabilidad en Haití, no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso. No obstante, trascendió que la Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer lo ocurrido y determinar posibles responsabilidades. Hasta el momento no se han reportado arrestos, y las autoridades manejan el caso con hermetismo, conscientes de la tensión social que podría desatarse.
Justicia popular en contexto de crisis
El acto de la mujer haitiana es solo un síntoma más de la grave crisis que enfrenta el país caribeño. Con un Estado debilitado y sin capacidad para garantizar seguridad, la población ha quedado expuesta a la ley del más fuerte. Mientras algunos ven en este episodio un acto desesperado de autodefensa, otros lo consideran un peligroso precedente que podría alimentar un ciclo de violencia difícil de contener.
El futuro inmediato en Haití es incierto. Por ahora, el nombre de esta mujer se ha convertido en símbolo de resistencia para muchos, pero también en reflejo del fracaso de las instituciones para proteger a sus ciudadanos.