
El primer ministro israelí negó acusaciones de genocidio y hambruna en Gaza, defendió su ofensiva y anunció planes para avanzar sobre Ciudad de Gaza y Al-Mawasi.
En una conferencia de prensa con medios internacionales en Jerusalén, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, respondió de manera contundente a las acusaciones de genocidio y de provocar una crisis alimentaria en la Franja de Gaza.
“Si hubiéramos querido cometer genocidio, nos habría bastado exactamente una tarde”, afirmó. Agregó que Israel no mantiene una política de hambruna: “Si hubiéramos querido la hambruna, si esa hubiera sido nuestra política, dos millones de gazatíes no vivirían hoy, después de 20 meses”.
El mandatario anunció que el ejército israelí continuará su ofensiva en las zonas que aún permanecen bajo control de Hamás, incluyendo sectores de Ciudad de Gaza y Al-Mawasi, un área costera declarada “zona segura” pero actualmente saturada por miles de desplazados. Según Netanyahu, el objetivo es “completar la derrota de Hamás” y acelerar el fin del conflicto.
La ONU y organizaciones humanitarias han advertido que esta expansión militar podría agravar la crisis civil y generar desplazamientos masivos. Expertos en seguridad alimentaria señalan que la población enfrenta acceso irregular a bienes esenciales, pese a que el gobierno israelí asegura haber permitido la entrada de ayuda humanitaria desde el inicio de la guerra. Netanyahu insiste en que los retrasos y bloqueos en la distribución son responsabilidad de Hamás.
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Las declaraciones del primer ministro coincidieron con el impacto de un ataque aéreo que provocó la muerte de Anas al-Sharif, corresponsal de Al Jazeera, y de varios colegas frente al hospital Al-Shifa. El ejército israelí afirmó que el periodista era integrante de Hamás “haciéndose pasar por periodista”, algo que la cadena catarí niega. La noticia ha generado condenas internacionales y exigencias para que se respete la protección a la prensa en zonas de guerra.
Netanyahu subrayó que su estrategia no contempla una ocupación permanente de Gaza, sino eliminar la capacidad militar de Hamás y mantener el control de seguridad mientras se establece una administración civil sin ese grupo. Aseguró además que las “zonas seguras” y corredores humanitarios seguirán operando, a pesar de reportes previos sobre ataques en esos lugares.