
Una inusual nevada cubrió parte del desierto de Atacama, el más árido del mundo, afectando instalaciones científicas y sorprendiendo a expertos y visitantes
El desierto de Atacama, conocido por ser el lugar más árido del planeta, se vistió de blanco tras una inesperada nevada que cubrió parte de su superficie. El fenómeno fue reportado por el Observatorio ALMA, ubicado en el norte de Chile, cuyas instalaciones científicas fueron parcialmente afectadas por las inusuales condiciones climáticas.
A través de su cuenta oficial en la red social X, el centro astronómico compartió imágenes del evento y destacó: “El desierto de Atacama amaneció ¡NEVADO! ¡Fenómeno que no se veía hace 10 años!”. El evento meteorológico tuvo lugar en el Centro de Apoyo a Operaciones (OSF), el campamento base y otras zonas ubicadas a unos 2,900 metros sobre el nivel del mar y a aproximadamente 1,700 kilómetros al norte de Santiago.
El Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), considerado el radiotelescopio más avanzado del mundo, logró mantener sus operaciones pese a la nieve, aunque con ciertas precauciones debido al entorno poco habitual.
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Aunque las nevadas en esta región son extremadamente raras, no se puede confirmar que el cambio climático sea la causa directa. El climatólogo Raúl Cordero señaló que “es muy pronto para asegurar que son efecto del cambio climático”. Sin embargo, añadió que “los modelos climáticos sugieren que este tipo de evento, es decir, precipitaciones en el desierto de Atacama, deberían aumentar en el tiempo”.
De acuerdo con el equipo de ALMA, si bien en el área del centro de operaciones no se había registrado una nevada en la última década, no es inusual que caiga nieve en el llano de Chajnantor, donde están instaladas las antenas del complejo.
ALMA es resultado de una colaboración internacional entre el Observatorio Europeo Austral (ESO), la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos (NSF) y los Institutos Nacionales de Ciencias Naturales de Japón (NINS), y representa uno de los proyectos científicos más ambiciosos desarrollados en condiciones extremas.
El desierto de Atacama no sólo genera interés por sus fenómenos climáticos poco comunes, sino también por su capacidad de adaptación. En medio de este ecosistema hostil, comunidades de agricultores e investigadores han implementado sistemas innovadores para aprovechar los escasos recursos hídricos disponibles.
Uno de estos métodos consiste en recolectar agua de la niebla mediante mallas especiales suspendidas entre postes. Las diminutas partículas de humedad quedan atrapadas en la malla, se condensan y luego son almacenadas en tanques.
Orlando Rojas, presidente de la Agrupación Atrapanieblas de Atacama, explicó a Reuters que han logrado cultivar lechugas en sistemas hidropónicos utilizando únicamente agua obtenida de la niebla. “Nos encontramos cultivando lechuga hidropónica netamente con agua de niebla en el desierto más árido del planeta”, afirmó. Agregó que otras variedades no prosperaron, por lo que decidieron enfocarse en la lechuga.
Además, el Centro UC Desierto de Atacama lanzó una plataforma de mapeo web que identifica zonas con potencial para recolectar agua de niebla. Su director, Camilo Del Río, indicó: “Conocemos el potencial que tiene y sabemos que puede ser una opción y una solución para distintas escalas de necesidades de agua en distintos territorios donde hay una escasez hídrica importante”.
Entre dunas, rocas y un cielo casi siempre despejado, la nevada en Atacama y las estrategias para captar humedad revelan la sorprendente capacidad de adaptación de la ciencia y las comunidades frente a uno de los entornos más extremos del planeta.