
Nuevas gotas oftálmicas podrían reducir la necesidad de gafas de lectura al mejorar la visión cercana en personas con vista cansada.
Las investigaciones apuntan a que ciertos colirios podrían convertirse en una alternativa no invasiva frente a las gafas de lectura, al mejorar la visión cercana en personas con presbicia.
La presbicia, también conocida como vista cansada, aparece con el envejecimiento y se caracteriza por la dificultad para enfocar objetos a corta distancia. Según la American Academy of Ophthalmology, el origen está en la pérdida de flexibilidad del cristalino, que con el paso del tiempo se endurece e impide ajustar el enfoque con facilidad. Generalmente, los primeros síntomas aparecen después de los 40 años y afectan actividades cotidianas como leer un libro, mirar el celular o realizar trabajos manuales.
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Durante años, la solución más común han sido las gafas de lectura. Sin embargo, recientes ensayos clínicos han mostrado resultados alentadores con el uso de gotas oftálmicas formuladas para mejorar la agudeza visual cercana. Presentados en el Congreso de la Sociedad Europea de Cirujanos de Catarata y Refractivos, los estudios revelan que varios pacientes lograron leer entre dos y tres líneas adicionales en la tabla Jaeger tras la aplicación de estos fármacos.
Las gotas en desarrollo combinan dos ingredientes activos. Por un lado, la pilocarpina, que contrae la pupila y el músculo ciliar, facilitando el enfoque de objetos cercanos. Por otro, el diclofenaco, un antiinflamatorio que reduce la irritación y las molestias derivadas de la pilocarpina. De este modo se busca equilibrar eficacia y comodidad para los usuarios.
Un ensayo clínico de fase 2b evaluó la combinación de ambos componentes en adultos de 45 a 64 años. Con la concentración más alta de pilocarpina (0,4 %), entre 43 y 47 % de los participantes alcanzaron una mejora de tres o más líneas de visión cercana en la primera hora tras su aplicación. Los efectos adversos reportados fueron leves. Otro estudio, denominado PILE UP, probó pilocarpina al 1,25 % en personas de 40 a 55 años y también registró mejoras significativas en agudeza visual y capacidad de acomodación.
Entre las ventajas señaladas por especialistas destacan la menor dependencia de gafas para tareas breves, mayor comodidad práctica y estética, y resultados casi inmediatos. No obstante, se advierte que no son una solución definitiva: en ambientes oscuros o en lecturas prolongadas, los lentes siguen siendo más efectivos. Además, algunos usuarios experimentaron visión borrosa, dolor de cabeza o irritación ocular.
Aunque estas gotas todavía no sustituyen por completo a los lentes de lectura, representan un avance prometedor en el tratamiento de la presbicia y podrían ofrecer a los pacientes una alternativa flexible que combine practicidad con mejoras notables en la calidad visual.