
La ciudad natal del músico acogió una procesión conmemorativa multitudinaria antes del funeral privado, programado para el día siguiente.
Miles de seguidores se reunieron el 30 de julio en Birmingham, Inglaterra, para rendir homenaje a Ozzy Osbourne, el legendario líder de Black Sabbath, quien falleció el pasado 22 de julio a los 76 años.
El ataúd fue transportado en un vehículo fúnebre negro adornado con flores rosas que formaban la palabra “Ozzy”. A lo largo del recorrido, fanáticos vestidos de negro —muchos con camisetas conmemorativas— acompañaron el cortejo con muestras de respeto. Uno de los momentos más simbólicos ocurrió frente al Black Sabbath Bridge, lugar icónico que rinde homenaje a la banda con un banco grabado con los rostros de sus integrantes. En ese sitio, Sharon Osbourne y sus hijos Aimee, Jack y Kelly ofrecieron un arreglo floral.
La caravana también pasó por Broad Street, donde se encuentra la estrella de Ozzy Osbourne, destacada al estilo del Paseo de la Fama de Hollywood. En esa parada, Sharon fue vista abrazando al alcalde de Birmingham, Zafar Iqbal, visiblemente conmovida por la ovación de los presentes, quienes coreaban el nombre del músico. Para quienes no pudieron asistir, la ceremonia fue transmitida en línea.
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Durante los últimos años, Ozzy enfrentó serios problemas de salud, incluyendo su diagnóstico de Parkinson en 2009. Aun así, ofreció un último concierto el 5 de julio en Birmingham junto a Black Sabbath, ante miles de fanáticos. La banda, fundada en 1968, marcó un antes y un después en la historia del heavy metal, con más de 75 millones de discos vendidos y su ingreso al Salón de la Fama del Rock and Roll en 2006. Ozzy fue incluido nuevamente en 2024 como solista.
Además de su legado musical, Ozzy también fue conocido por sus excesos y polémicas. Uno de los episodios más recordados fue su arresto en 1989 tras un incidente violento con su esposa Sharon. Otra anécdota infame ocurrió en 1982, cuando mordió accidentalmente la cabeza de un murciélago real en un concierto, creyendo que era un juguete lanzado por un fanático.