
Tres atentados suicidas en Pakistán dejaron 25 víctimas mortales y decenas de heridos, en medio del repunte de la violencia insurgente en la región
Pakistán vivió una jornada de violencia marcada por tres atentados suicidas en distintas zonas del país, que dejaron al menos 25 muertos y decenas de heridos. Los ataques ocurrieron el martes en las provincias de Baluchistán y Jaiber Pajtunjuá, regiones donde la actividad insurgente se ha intensificado en los últimos años.
El ataque más mortífero se registró en Baluchistán, cuando un hombre detonó explosivos en un mitin político del Partido Nacional de Baluchistán (BNP). La explosión, ocurrida en el estacionamiento de un estadio, dejó 14 personas sin vida y provocó heridas a decenas de asistentes, de los cuales al menos siete permanecen en estado crítico, informaron funcionarios locales que solicitaron mantener el anonimato.
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El BNP es un movimiento que defiende a la minoría baluchi, población que denuncia décadas de marginación en esta provincia rica en recursos minerales y energéticos, pero que continúa siendo una de las más pobres del país. En Baluchistán también se desarrollan grandes proyectos con capital chino, lo que ha convertido a la región en un foco de tensiones sociales y políticas.
Ese mismo día, otro ataque en la misma provincia, cerca de la frontera con Irán, cobró la vida de cinco personas, de acuerdo con autoridades regionales. En paralelo, en Jaiber Pajtunjuá, seis soldados murieron luego de que un atacante suicida se inmolara en una base militar. El grupo Ittehad-ul-Mujahideen Pakistan reivindicó la autoría de este último atentado.
La violencia en Baluchistán ha alcanzado niveles críticos. Datos del Centro de Investigación y Estudios de Seguridad de Islamabad indican que en 2024 la provincia registró un incremento del 90% en los episodios de violencia, con un saldo de 782 muertes. Incluso en marzo, un grupo separatista perpetró una toma de rehenes en un tren, evidenciando la escalada del conflicto.
Desde enero, más de 430 personas han perdido la vida en actos violentos atribuidos a grupos armados que desafían al Estado, la mayoría de ellas miembros de las fuerzas de seguridad desplegadas en estas regiones