
Durante el concierto por el 57 aniversario de El Tri, una pantalla del escenario se desprendió, provocando la detención temporal del espectáculo sin riesgo para nadie
El Auditorio Nacional vivió momentos de tensión durante el concierto que celebraba el 57 aniversario de El Tri. Mientras sonaba Perro negro y callejero, una de las pantallas del escenario se desprendió, girando sobre su propio eje y obligando a Alex Lora, líder y vocalista, a detener temporalmente la presentación. Entre gritos de “culero, culero”, típicos en los conciertos de la banda, Lora comentó: “Sí estuvo culero El perro…, pero se le está cayendo la pantalla de este lado a estos cabrones, hijo mío… ¿Estamos siendo felices?”, mientras los técnicos revisaban la situación.
El incidente no pasó desapercibido en redes sociales. El periodista Pascal Beltrán del Río informó en X: “Colapsa pantalla durante concierto de El Tri en el Auditorio Nacional”, y varios asistentes compartieron videos donde se observa cómo la estructura se zafó de su soporte y la música se detuvo.
Tras una pausa de aproximadamente 25 minutos, el equipo de producción volvió a colocar la pantalla y asegurarla correctamente, lo que permitió reanudar el espectáculo sin más incidentes. En un comunicado, la banda agradeció al público y a los medios su interés y preocupación, aclarando que “en ningún momento estuvo en riesgo la seguridad del público, del grupo o del personal técnico. Es importante señalar que este equipo pertenece a un proveedor externo ajeno al recinto”.
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El percance se debió específicamente al desprendimiento de una cadena que sostenía una de las pantallas laterales utilizadas en la producción del concierto. La banda enfatizó que el espectáculo continuó con normalidad tras la revisión y reemplazo del equipo afectado: “El concierto se reanudó tras una pausa de aproximadamente 25 minutos, tiempo durante el cual se corrigió el desperfecto y se aseguró la pantalla en su posición original con equipo nuevo”.
El incidente sirvió para recordar que incluso los shows más grandes dependen de una coordinación técnica precisa, y que la seguridad de los asistentes y del equipo artístico es siempre prioritaria, sin que un imprevisto detenga la energía y el entusiasmo del público.