
Una pasajera denunció en redes que recibió a un perro que no era suyo tras un vuelo a Mérida; la aerolínea se deslindó del error en un primer momento
Un peculiar y angustiante caso se viralizó recientemente en redes sociales, cuando una usuaria de TikTok identificada como @latripleefe relató que, al llegar a Mérida tras un vuelo con Viva Aerobús, le entregaron un perro distinto al suyo. La mujer compartió la experiencia a través de varios videos, generando una ola de reacciones entre usuarios de la plataforma.
Según su testimonio, al recoger a su mascota en el aeropuerto, le entregaron una transportadora con su nombre. Sin embargo, al abrirla encontró a un perro más grande, de color gris, visiblemente descuidado y con señales de deshidratación. A pesar del desconcierto, decidió asistir al animal mientras intentaba resolver el error. Lo hidrató, lo aseó y lo apodó “Errorcito”, nombre que adoptó el cachorro durante su corta estancia con ella.
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En uno de los videos, la joven se dirige al perrito con humor y resignación: “Viva Aerobús me cambió a mi cachorra por este güey, alguien de aquí no debería estar en Mérida y no voy a decir quién ERRES”, se escucha decir, mientras acaricia al animal adormilado. En otro clip expresa su desconcierto: “Este bebote de aquí no es mío, me cambiaron a mi cachorra… qué hago con esta Cosa y ¿dónde está mi bebé?”
La respuesta inicial de la aerolínea fue deslindarse del incidente. A través de su personal, indicaron que la transportadora estaba bien etiquetada y advirtieron que si se dejaba al perro en el aeropuerto, eso podría interpretarse como abandono. “Ha sido todo un desmadre… ellos se lavaron las manos y nos dijeron no es nuestra culpa ¿entonces de quién es la culpa?”, cuestionó la afectada en uno de sus videos.
Los hechos, ocurridos a inicios de junio, rápidamente se difundieron en TikTok, donde los videos superaron miles de visualizaciones y generaron debate sobre el manejo de mascotas en vuelos comerciales.
Finalmente, y tras la presión en redes, Viva Aerobús logró localizar tanto a la perrita de la pasajera como al verdadero dueño de “Errorcito”, una mujer en Monterrey que también había reportado la pérdida de su cachorro. Ambas mascotas fueron devueltas a sus respectivas dueñas sanas y salvas, cerrando el episodio con un final afortunado, aunque con una experiencia difícil para todos los involucrados.