
El INAH informó que los permisos concedidos al youtuber MrBeast para grabar en zonas mayas no serán públicos hasta 2030, debido a un proceso legal en curso
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) decidió mantener en reserva los permisos que autorizó al creador de contenido Jimmy Donaldson, conocido como MrBeast, para filmar en sitios arqueológicos de la cultura maya. La documentación permanecerá clasificada hasta el año 2030, según la respuesta oficial a una solicitud de transparencia.
La negativa del Instituto fue emitida en respuesta a la petición 330018325000312, en la cual se solicitaba el acceso a versiones públicas de los documentos relacionados con la grabación del video titulado “Exploré templos de 2000 años de antigüedad”, publicado en YouTube por el influencer estadounidense. El organismo argumentó que divulgar dicha información comprometería un procedimiento administrativo aún abierto.
De acuerdo con el INAH, durante la producción del video se habrían vulnerado diversas condiciones establecidas en el permiso original. Entre los señalamientos está el uso comercial no autorizado de imágenes de sitios patrimoniales, así como una ejecución que excedió lo pactado. El Instituto sostiene que no se entregó una escaleta formal del contenido a grabar y que las escenas difundidas no se ajustan a lo previamente acordado.
Ante estos hechos, el organismo decidió clasificar los permisos como información reservada, amparándose en la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Argumentan que revelar detalles mientras el proceso sigue activo podría afectar las investigaciones en curso.
Aunque MrBeast publicó el 18 de mayo en su cuenta de X (antes Twitter) que “We are not and have never been sued by them”, el director del INAH, Diego Prieto, aclaró que si bien no existe una demanda formal, sí se ha iniciado un proceso legal en etapa de conciliación.
Durante una entrevista, Prieto mencionó que se han propuesto tres acciones para resolver el conflicto: la emisión de una disculpa pública por parte del equipo de producción, la firma de un convenio de colaboración y la reparación simbólica del daño causado al patrimonio cultural.
Pese a que el equipo del youtuber ha mostrado disposición para dialogar, hasta ahora no se ha formalizado ningún acuerdo. Las autoridades culturales recalcaron que ni la Secretaría de Cultura ni el INAH permiten el uso comercial no autorizado de materiales grabados en zonas arqueológicas mexicanas, lo que representa una violación directa a las condiciones del permiso.
El caso ha generado controversia tanto en México como en redes sociales, pues plantea un debate sobre el uso ético del patrimonio histórico en plataformas digitales y la responsabilidad de los creadores de contenido ante las leyes del país en el que filman.