
Más allá de la molestia, los vecinos advierten riesgos sanitarios.
Plaga persistente de moscas mantiene encerrados a habitantes de fraccionamiento en Hidalgo. Habitantes del fraccionamiento Florencia, en Tizayuca, Hidalgo, viven desde hace años una invasión constante de moscas que les ha impedido abrir puertas y ventanas, e incluso dejar que los niños jueguen en la calle.
Vecinos relatan que el problema se arrastra desde hace alrededor de nueve años. Señalan que, pese a múltiples fumigaciones y al uso de insecticidas, la situación no ha mejorado. En semanas recientes, la presencia de moscas se ha intensificado: se concentran en automóviles, áreas verdes, juegos infantiles, fachadas de viviendas, adornos navideños e incluso sobre las mascotas.
De acuerdo con los testimonios, el origen estaría en la zona de la Cuenca Lechera, ya que diariamente circulan camiones cargados con estiércol que descargan los desechos orgánicos en terrenos ubicados detrás de las viviendas. Antes, con la llegada del invierno, la plaga disminuía; sin embargo, ahora el descenso de temperatura ya no frena su reproducción.
Especialistas explican que las moscas necesitan alimento, humedad y calor para multiplicarse, condiciones que el estiércol de animales les proporciona en abundancia. En pocos días, los huevecillos se transforman en larvas y luego en moscas adultas, por lo que el depósito constante de estos residuos funciona como un criadero a cielo abierto. A esto se suman otros factores como granjas cercanas, corrales, basureros, tiraderos clandestinos o drenajes abiertos, así como la mala disposición del estiércol sin tratamiento ni cobertura.
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El rápido ciclo de vida de estos insectos, de entre siete y diez días, explica por qué la plaga parece aparecer de forma repentina. Más allá de la molestia, los vecinos advierten riesgos sanitarios, ya que las moscas transportan bacterias del excremento y la basura a los alimentos y superficies del hogar, lo que puede derivar en enfermedades gastrointestinales.
Hasta ahora, las únicas medidas que han podido implementar son mantener los botes de basura cerrados, no dejar comida expuesta, colocar mallas en ventanas y usar trampas; aun así, aseguran estar cansados de una problemática que no ha tenido solución definitiva.







