La CIDH contabilizó cuatro muertos más en las manifestaciones en Bolivia, elevando a 23 la cifra de fallecidos desde el estallido de la crisis
Un decreto firmado por la autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, exime a las Fuerzas Armadas del país de responsabilidad penal en caso de que actúen en “legítima defensa o estado de necesidad”.
El personal de las Fuerzas Armadas que participe en los operativos para el restablecimiento del orden interno y estabilidad pública estará exento de responsabilidad penal cuando, en cumplimiento de sus funciones, actúen en legítima defensa o estado de necesidad”, se lee en el documento, recogido por Página Siete.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contabilizó ayer cuatro fallecidos más en las manifestaciones en Bolivia, elevando a 23 la cifra de muertos desde el estallido de la crisis en ese país.
De las víctimas mortales, nueve son cocaleros leales al expresidente Evo Morales que perecieron por los enfrentamientos del viernes en Cochabamba.
Una madre despidiendo a su hijo asesinado en la manifestación. ESTO PASA EN #BOLIVIA pic.twitter.com/lM4iCwyeFm
— Rolando Graña (@rolandogps) November 16, 2019
La CIDH se refirió al decreto firmado por la mandataria interina y lo calificó de “grave”. Asimismo, indicó en su cuenta de Twitter que “desconoce los estándares internacionales de Derechos Humanos y por su estilo estimula la represión violenta”.
Los alcances de este tipo de decretos contravienen la obligación de los Estados de investigar, procesar, juzgar y sancionar las violaciones de Derechos Humanos”, agregó.
La CIDH condena cualquier acto administrativo del gobierno de Bolivia que atente contra el derecho a la verdad, la justicia y al Derecho Internacional de los Derechos Humanos, particularmente en el contexto de actuaciones de Fuerzas Armadas en las protestas sociales”, subrayó.
El expresidente uruguayo José Mujica envió una carta a Áñez en la que le pide que “elija ser recordada como la persona que pudo parar la represión contra su pueblo”.
El gobierno de Áñez expresó su “consternación” por las muertes registradas en Cochabamba, al tiempo que denunció que el expresidente Evo Morales, asilado en México desde el martes pasado, promovió la movilización.
Está convulsionando el país y eso los bolivianos lo reclamamos ante el mundo. No estamos nosotros con el ánimo de estar confrontándonos ni asesinando bolivianos”, afirmó Áñez.
La crisis en Bolivia estalló tras las elecciones presidenciales del pasado 20 de octubre, en las que acusaron de fraude a Evo Morales, que buscaba reelegirse por tercera ocasión.
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