El hombre aceptó que fue él quien efectuó los tiros. En un principio dijo a los agentes que lo hizo porque lo obligaron
Sergio “G”, quién aceptó haber ejecutado a la víctima, confesó que le prometieron 25 mil pesos por cometer el asesinato aunque al final sólo le dieron cinco mil, pues tuvo que huir tras cometer el crimen. El exreo aseguró que no sabía que esa víctima era el diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), Francisco Lauro Rojas.
El hombre -que fue capturado en Durango- dijo que luego de dispararle, se había ido en una moto.
Hasta allá se fue a ocultar este hombre de 30 años, luego de que supo que la persona a la que había asesinado era precandidato a la alcaldía de Cuautitlán Izcalli.
Cuando supo a quién había matado decidió esconderse en la casa de los abuelos de su esposa, Karla, quienes viven en aquel estado.
Era habitante de la colonia Francisco I. Madero, en la delegación Miguel Hidalgo. Sergio “G” aseguró que a él sólo le dijeron que tenían que matar a alguien que “se estaba pasando”.
Cuenta que aquel día fue en una moto junto con otra persona que, según él, no conocía, pues sólo se la presentaron para perpetrar el asesinato. Dijo que para matar al “blanco” lo estuvieron vigilando desde la noche del 3 de febrero.
De hecho, manifestó, el plan estuvo a punto de fallar, pues el diputado y su hermana que iban en la camioneta “les ganaron” al entrar a un centro comercial. Ahí tuvieron que esperarlos y luego seguirlos hasta su casa, en la colonia San Lorenzo Rio Tenco, de Cuautitlán Izcalli
Fue a las 00:05 horas del día siguiente cuando Sergio “G” y el otro sujeto pudieron cometer el asesinato.
El hombre aceptó que fue él quien efectuó los tiros. En un principio dijo a los agentes que lo hizo porque lo obligaron.
Según dijo, un día después de cometer el asesinato se enteró por los medio de comunicación que la persona a la que había atacado era un diputado y candidato a presidente municipal.
La semana pasada, agentes de la Fiscalía del estado obtuvieron información de su paradero.
A principios de semana, un grupo de elementos de la Policía Ministerial se trasladó a aquel estado. Con un oficio de colaboración se internaron en tierras duranguenses y vigilaron durante algún tiempo el domicilio que tenían como objetivo.
Los elementos tenían una fotografía que fue captada en una tienda de 24 horas poco antes de cometer el crimen, mientras el sicario esperaba a que su víctima saliera del centro comercial.
Gracias a esa foto supieron que el hombre al que estaban buscando era precisamente el que se ocultaba ahí. Así, la tarde del martes, los investigadores organizaron el operativo y lo detuvieron.
El hombre confesó que había estado preso en la Ciudad de México por robo de vehículo.
Ahora las autoridades buscan a su cómplice, el de la moto, y a quien le prometió los 25 mil pesos por matar al diputado.
Con información de Carlos Jiménez
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