El accidente nuclear Fukushima constituye uno de los mayores desastres medioambientales de la historia reciente después de que una ola gigante inundó cuatro de los seis reactores de la planta
Ha muerto de cáncer un integrante de los equipos que trabajaron para mitigar los efectos de la tragedia en la central nuclear de Fukushima-1, en Japón, según han confirmado las autoridades locales.
Se trata del primer individuo que fallece como consecuencia de esa enfermedad tras participar en los trabajos que trataron de mitigar ese desastre que tuvo lugar el 11 de marzo de 2011 tras el terremoto de magnitud 9, el más fuerte de Japón, y el posterior tsunami que sacudía la costa noreste de la isla.
El fallecido, cuyo nombre no fue revelado, tenía más de 50 años y era responsable de medir los niveles de radiación justo después de la tragedia. Trabajó en la planta hasta 2015 y, posteriormente en 2016 le diagnosticaron un cáncer de pulmón.
El 1 de abril de 2011 se comunicó que al menos 21 operarios que permanecían en Fukushima para intentar controlar los reactores de la planta ya sufrían una aceleración en el ritmo de alteración del ADN por efecto de la radiación presente.
Considerado el peor accidente nuclear desde Chernóbil en Ucrania en 1986, constituye uno de los mayores desastres medioambientales de la historia reciente después de una ola gigante de más de diez metros golpeara las áreas costeras e inundara cuatro de los seis reactores de la planta de Fukushima I y provocó fallos en los sistemas de refrigeración.
El 1 de agosto de 2013, el ministro de industria de Japón aprobó la creación de una estructura para desarrollar las tecnologías y procesos necesarios para desmantelar los cuatro reactores dañados en el accidente de que según varias estimaciones de expertos en la materia, Japón tardará casi 40 años en recuperarse completamente.
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