
Estado Islámico perpetró su primer atentado contra el gobierno que reemplazó a Bashar al Asad, matando a un civil y dejando heridos a tres soldados
El grupo extremista Estado Islámico (EI) asumió la autoría de un ataque con explosivos dirigido contra las nuevas autoridades que gobiernan Siria tras la caída de Bashar al Asad en diciembre pasado. Este hecho, confirmado por organizaciones especializadas en monitoreo de conflictos armados, marca la primera ofensiva del grupo yihadista contra el actual régimen sirio.
Según un reporte difundido por SITE Intelligence Group, organismo que da seguimiento a la actividad de grupos islamistas en internet, el EI colocó un artefacto explosivo en un vehículo militar en la provincia de Sweida, ubicada en el sur del país. El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), con sede en Reino Unido y una amplia red de informantes dentro de Siria, corroboró que el atentado se produjo el miércoles y dejó como saldo un civil fallecido y tres miembros del ejército heridos.
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El civil acompañaba a las fuerzas armadas durante una patrulla en una región desértica cuando se activó el explosivo a distancia. El atentado representa un giro significativo en la estrategia del EI, que hasta ahora no había actuado en las zonas dominadas por el nuevo gobierno, de corte islamista.
El Estado Islámico, que llegó a controlar extensas zonas en Siria e Irak, fue derrotado territorialmente en 2019 tras una ofensiva conjunta de fuerzas kurdas y una coalición internacional liderada por Estados Unidos. No obstante, el grupo mantiene presencia en áreas desérticas, desde donde ha continuado realizando ataques esporádicos, sobre todo contra milicias kurdas al noreste del país.
En días recientes, las nuevas autoridades sirias anunciaron la captura de miembros de una célula del EI en las afueras de Damasco, a quienes acusaron de planear atentados en zonas estratégicas. Asimismo, a inicios de mayo se registró un operativo en la ciudad de Alepo, en el norte del país, que derivó en un enfrentamiento donde murieron un oficial de seguridad y tres integrantes del grupo yihadista.
La situación ha captado la atención internacional. Durante una reunión en Riad, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instó a su homólogo sirio Ahmed al Sharaa a colaborar en la contención del Estado Islámico, en el marco de un acercamiento diplomático que incluyó el levantamiento de sanciones impuestas previamente a Damasco.
Este primer ataque pone en evidencia los riesgos latentes del resurgimiento del extremismo violento en la región, pese a los cambios políticos recientes y los esfuerzos de seguridad implementados.