
Las redadas migratorias en tiendas de Los Ángeles desataron enfrentamientos entre civiles y agentes federales, con 45 personas detenidas y un herido hospitalizado
Una serie de operativos migratorios ejecutados por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y policías federales en Los Ángeles provocó un estallido social que terminó con decenas de personas protestando en las calles. Las intervenciones, que ocurrieron en al menos tres puntos distintos de la ciudad, dejaron un saldo de 45 personas detenidas y escenas de fuerte tensión entre manifestantes y autoridades.
Las redadas comenzaron desde temprana hora en el conocido Distrito de la Moda, específicamente en una tienda de ropa del centro de la ciudad. Posteriormente, los agentes se movilizaron hacia una sucursal de Home Depot, un lugar frecuentado por jornaleros migrantes en busca de empleo. En todos los puntos, la presencia policial se caracterizó por el uso de equipos tácticos y armamento especializado.
Te puede interesar: Exigen a Trump entregar datos sobre megadeportación de migrantes
Un portavoz de la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) confirmó que “aproximadamente 44 personas fueron arrestadas administrativamente y una por obstrucción. La investigación continúa y se actualizará la información según corresponda”.
Los arrestos generaron una respuesta inmediata de la comunidad. Numerosos manifestantes se reunieron para intentar bloquear el avance de las camionetas oficiales, lanzando objetos y gritando consignas como “Que les dé vergüenza”. En uno de los momentos más tensos, se observó a una persona caer frente a un vehículo en movimiento, a punto de ser atropellada.
Para contener a los inconformes, las autoridades lanzaron granadas aturdidoras, lo que intensificó la tensión en la zona. Entre los afectados se encuentra David Huerta, presidente del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios de California, quien fue detenido, sufrió heridas y tuvo que ser hospitalizado.
La situación provocó reacciones políticas de alto nivel. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, reafirmó su compromiso con las comunidades inmigrantes, mientras que el fiscal federal Bill Essayli advirtió en la red social X: “Seamos claros: no me importa quién seas; si obstaculizas el trabajo de los agentes federales, serás arrestado y procesado”.
Por su parte, el Consulado General de México en Los Ángeles desplegó personal de protección consular para brindar apoyo a los connacionales detenidos, así como a sus familiares. El cónsul Carlos González Gutiérrez expresó su reconocimiento a la alcaldesa Bass “por su liderazgo y continuo compromiso” con la comunidad mexicana.
El Consejo Municipal también fijó postura, acusando a las agencias migratorias de haber incurrido en una “escalada atroz” contra familias y menores de edad, al tiempo que denunció el uso de “tácticas de miedo” para impulsar agendas extremistas.
Mientras tanto, el Departamento de Policía de Los Ángeles se deslindó públicamente de las acciones realizadas durante estos operativos federales.