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¿Qué es el agotamiento emocional? Cuando ser fuerte es tu “única” opción

Para identificar si tienes agotamiento emocional indaga un poco sobre qué situaciones o problemas has tenido en los últimos cinco meses

¿Alguna vez has sentido que el mundo a tu alrededor se te escapa de las manos no importa cuánto hagas por seguir su ritmo? Esa sensación de impotencia por no poder más, por ser “débil”, por no ser lo suficientemente bueno para alcanzar y cumplir con las expectativas que se han puesto sobre tus hombros, es el comienzo de una condición psicológica conocida como agotamiento emocional.

Miles de personas en el mundo llegan a este estado gracias a la sobrecarga de esfuerzo a la que son sometidas diariamente.

La condición no sólo se presenta por excesos laborales, sino también por cargar con conflictos, responsabilidades o estímulos de tipo emocional o cognitivo ajenos a ti.

Al agotamiento emocional no se llega de un momento a otro. Se trata de un proceso que se incuba lentamente, hasta que hay un punto en que la persona se desploma.

Ese quiebre lo sumerge en una incapacidad laboral, depresión profunda o una enfermedad crónica, con la que el cuerpo y la psique refleja que no puede más con la carga.

Aunque el agotamiento emocional se experimenta como cansancio mental y  suele estar acompañado de una gran fatiga física o pesadez, estos no son los únicos síntomas ya que también se presentan irritabilidad, insomnio, falta de motivación, distanciamiento afectivo, olvidos frecuentes y dificultades para pensar.

Asimismo, el agotamiento emocional genera la sensación de estar constantemente abrumado, sobrepasado y desencadena pensamientos negativos e incapacitantes.

La persona siente que se confunde con facilidad. Cada actividad le implica un mayor gasto de tiempo que antes, y poder encontrar soluciones se vuelve casi imposible porque se razona lentamente.

¿Cómo detectar el agotamiento emocional?

Para identificar si tienes agotamiento emocional primero has de indagar un poco sobre qué situaciones o problemas has tenido en los últimos tres/cuatro/cinco meses. Tener en cuenta un margen de tiempo amplio es fundamental. Ya que, el agotamiento emocional requiere de una acumulación de exigencias y estrés, y además, puede aflorar una vez que ya has solucionado tus problemas o una vez que ya “ha pasado la tormenta”.

Luego, has de autoobservarte e identificar alguno de estos síntomas:

  • Estado de nervios o incomodidad la mayor parte del día.
  • Somatizaciones, como pueden ser dolores de estómago, espalda, cervicales o cabeza más de dos veces a la semana.
  • Problemas de concentración y sensación de pérdida de memoria incluso en temas importantes que en otro momento de tu vida no hubieras descuidado u olvidado.
  • Falta de motivación o bajo estado de ánimo bajo.
  • Sensación de estar sobrepasado y sin fuerzas para continuar.
  • Problemas de sueño (insomnio de conciliación, mantenimiento o tardío).
  • Consumo de sustancias (especialmente alcohol y cannabis).
  • Hipersensibilidad e irritabilidad.
  • Dificultad para conectar con el aquí y ahora.
  • Problemas de autoestima que te impiden reconocer y disfrutar tus logros y confiar en tus capacidades.

Consejos para combatir el agotamiento emocional

  1. Marca tus límites y responsabilidades. Saber cuando decir “no” es fundamental para poder delegar responsabilidades, descansar y apoyarte en otras personas. Comprender que no eres indispensable para que el mundo gire no es reflejo de mediocridad, sino de objetividad.
  2. Permítete tener fallos. Las equivocaciones siempre son un buen momento para aprender algo, el como poder o no hacer las cosas, lo que sirve y lo que no. Equivocarse no es sinónimo de fracaso, así que deja de considerarlas como tal y así podrás hacer de lado el negativo diálogo interno que agota más que cualquier esfuerzo físico.
  3. Realiza una lista de prioridades personales. Cada jornada debe incluir tiempos para dedicarlos a los compromisos y también tiempos para descansar y realizar actividades que resulten gratificantes. Comer, descansar, estirarse cinco minutos y salir a tomar agua no son pérdidas de tiempo sino necesidades básicas del cuerpo.
  4. Establecer prioridades y no intentes concentrarte en más de una a la vez. Para combatir el agotamiento emocional es necesario que dejes de exigirle a tu mente que rinda al máximo en tareas diversas y al mismo tiempo. Date el permiso para concentrarte en “una cosa por vez” y deja para mañana lo que no te quepa en la agenda de hoy.
  5. Llama a las cosas como son. Saber expresar las emociones terapeúticamente significa algo más que “decir cómo te sientes”, sino que te ayuda a conocerte mejor y ser empáticos con quienes te rodean. Decir “hoy no puedo tengo muchos pendientes” no es lo mismo a expresar “¿podrías ayudarme un poco? Estoy algo rebasado”. Expresarte correctamente ayuda a desligarte de tus pensamientos.

Por último, si intentas combatir el agotamiento emocional y no eres capaz, es válido e importante que pidas ayuda y recurras a un profesional que haga una evaluación y te oriente sobre qué estrategias emplear en cada caso.

El agotamiento emocional es un riesgo para la salud física y mental y hemos de saber combatirlo.

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