
El término ‘pick me girl’ ha ganado notoriedad en redes sociales por señalar actitudes femeninas que buscan aprobación masculina a costa de otras mujeres
En los últimos años, el término pick me girl se ha vuelto parte del debate social y feminista, especialmente en plataformas digitales donde se analizan los comportamientos que perpetúan roles de género tradicionales. Aunque parece una expresión reciente, esta idea tiene raíces profundas en el imaginario cultural que premia a las mujeres que se ajustan a lo que los hombres consideran deseable.
Una pick me girl es aquella mujer que intenta diferenciarse del resto con el objetivo de obtener validación masculina. Frases como “yo no soy como las demás”, “odio el drama” o “me llevo mejor con hombres porque son menos conflictivos” son características frecuentes en este tipo de discurso, de acuerdo con la psicóloga Jessica Houston, citada por USA Today.
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Este comportamiento no necesariamente proviene de una inseguridad personal, sino que es resultado de haber interiorizado mensajes sexistas desde la infancia. En lugar de desafiar los estereotipos, se adaptan a ellos para obtener aceptación, perpetuando así las dinámicas del patriarcado.
La representación de este patrón en la cultura pop ha sido señalada en múltiples ocasiones. Un caso emblemático es el de Meredith Grey, protagonista de Grey’s Anatomy, cuya relación con Derek Shepherd se ha descrito como ejemplo de cómo una mujer prioriza el amor romántico por encima de su bienestar, incluso cuando él no le corresponde o está comprometido con otra persona.
Aunque no existe una fuente oficial que acuñara el término, su popularidad se consolidó entre 2015 y 2020, inicialmente en foros como Reddit y Twitter, y más recientemente en TikTok, donde millones de jóvenes comparten experiencias relacionadas con esta actitud.
La terapeuta Nedra Glover Tawwab sugiere algunas señales para identificar si se está adoptando este rol sin saberlo:
- Preferir la compañía de hombres al considerar a las mujeres como “problemáticas” o “demasiado emocionales”.
- Juzgar a otras mujeres por su apariencia o decisiones personales relacionadas con la feminidad.
- Defender comportamientos machistas con frases como “es que los hombres son así” o “se lo buscan”.
- Hacer sacrificios personales para agradar a los hombres, incluso si eso implica traicionarse a una misma.
Además de Meredith Grey, otros personajes citados como ejemplo son Bella Swan, de la saga Crepúsculo, quien renuncia a su mundo por amor, o expresiones frecuentes en la vida real como “yo no soy feminista porque me gusta que me abran la puerta” o “las mujeres ya no saben ser buenas esposas”, las cuales también reflejan esta mentalidad.
Este tipo de actitudes suelen pasar desapercibidas, pues muchas han sido normalizadas durante generaciones. Sin embargo, su análisis es cada vez más común en contextos donde se promueve una reflexión crítica sobre los roles que las mujeres han aprendido a desempeñar para ser aceptadas socialmente.
¿Y existe una versión masculina? La respuesta es sí. A veces se les llama pick me boys, hombres que se presentan como aliados del feminismo para llamar la atención de mujeres, aunque sus actitudes y comentarios siguen reproduciendo el machismo. Frases como “yo sí respeto a las mujeres, ¿por qué me rechazan?” o “no todos somos iguales” son típicas.
Comprender estas dinámicas es un paso importante para reconocer cómo los mensajes que recibimos influyen en nuestras relaciones y decisiones. Más allá de señalar o juzgar, se trata de construir una identidad auténtica que no dependa de complacer los estándares impuestos por otros.