Grupos extremistas de todo el continente se dirigen a España con el objetivo de desestabilizar los sistemas democráticos. Se espera que la violencia incremente
Las manifestaciones que en un principio eran pacíficas, se han tornado cada vez más violentas. Ante estos hechos diversos grupos nacionales y extranjeros se han fijado la meta de desestabilizar al gobierno de Barcelona.
No es la primera vez que miembros de grupos extremistas y antisistema acuden a zonas donde se producen conflictos con el fin de reforzar las acciones violentas. En Cataluña se han detectado en varias ocasiones la presencia de individuos procedentes de Italia, Grecia, Alemania, así como del País Vasco y de otras comunidades autónomas.
De acuerdo con medios locales, existe una “internacional”, con una organización difusa que agrupa a todas estas organizaciones que tienen como objetivo desestabilizar los sistemas democráticos.
Estos grupos están en permanente contacto por medio de las redes sociales “secretas” y, en ocasiones, organizan campamentos en los que intercambian experiencias y métodos de lucha.
Los grupos “autóctonos” que ya operan en Cataluña han pasado progresivamente de increpar a las Fuerza de Seguridad, a provocar el caos en las ciudades y vías de comunicación, mediante barricadas de fuego; y durante la tarde-noche de ayer, dieron un paso más al lanzar bolas de acero con tiragomas profesionales, que, en caso de alcanzar a una persona, tienen el mismo efecto que el de una bala.
Además han lanzado artefactos pirotécnicos contra los agentes de las Fuerzas de Seguridad, y utilizaron “bombas molotov”, que están compuestas por gasolina y ácido.
Aparentemente estos sistemas de ataque podrían reforzarse a lo largo de las jornadas de hoy y mañana.
Los “cederros”, militantes de los Comités de Defensa de la República (CDR), disponen de manuales en los que se explican las distintas modalidades de terrorismo callejero.
La impresión entre los expertos es que los desestabilizadores, en una organización perfectamente definida y jerarquizada, están detrás de los disturbios de Cataluña, van a incrementar el nivel de los ataques ante los “resultados” que obtienen.
Los Mossos D. Esquadra, con el apoyo de la Policía Nacional, realizan una gran labor dentro de sus posibilidades, pero la modalidad de distribuir los ataques en “saltos”, de forma simultánea en distintos lugares, hace muy difícil evitar la acción de los grupos extremistas.
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