
Un tribunal británico declaró culpables a dos hombres por preparar un ataque armado de inspiración yihadista contra la comunidad judía en Inglaterra
Un tribunal del Reino Unido condenó a dos hombres acusados de planear un atentado masivo con armas de fuego contra la comunidad judía en Inglaterra, en un caso que las autoridades consideran una señal del renovado riesgo que representa el extremismo yihadista en Europa.
Walid Saadaoui, de 38 años, y Amar Hussein, de 52, fueron hallados culpables de un cargo de preparación de actos terroristas tras un juicio celebrado en el Tribunal de la Corona de Preston. De acuerdo con la fiscalía, ambos habían adoptado la ideología del Estado Islámico y planeaban un ataque que buscaba causar el mayor número posible de víctimas.
Las investigaciones revelaron que el objetivo era utilizar armas automáticas para perpetrar una masacre. Para la policía antiterrorista, de haberse concretado, el plan habría tenido consecuencias sin precedentes. El subjefe Robert Potts afirmó que habría sido “uno de los ataques terroristas más mortíferos, si no el más mortífero, en la historia del Reino Unido”.
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El caso adquirió mayor relevancia por el contexto internacional. Las condenas se produjeron poco después de un ataque armado durante una celebración judía de Janucá en Bondi Beach, Australia, en el que murieron 15 personas. Aunque el Estado Islámico no se atribuyó ese atentado, expresó orgullo por los hechos, lo que incrementó la preocupación por un repunte del extremismo islamista violento.
Autoridades europeas han advertido que, aunque el grupo no tiene hoy la capacidad territorial de hace una década, mantiene una fuerte presencia propagandística en línea. La ministra británica de Asuntos Exteriores, Yvette Cooper, señaló recientemente que “Se pueden ver señales de que algunas de esas amenazas terroristas están empezando a crecer nuevamente y a intensificarse”.
Durante el juicio, los fiscales detallaron que Saadaoui organizó el ingreso clandestino de dos rifles de asalto, una pistola automática y cerca de 200 cartuchos al país a través del puerto de Dover, antes de ser detenido en mayo de 2024. Planeaba adquirir más armamento y munición, sin saber que su contacto, identificado como “Farouk”, era un agente encubierto.
La fiscalía explicó que el acusado admiraba a Abdelhamid Abaaoud, coordinador del ataque de 2015 en la sala Bataclan de París. En mensajes interceptados, Saadaoui calificó ese atentado como “la mayor operación después de la de Osama (bin Laden)”. Potts subrayó que, según las pruebas, Saadaoui buscaba un ataque altamente letal, ya que consideraba insuficientes métodos menos sofisticados.
Ambos acusados se declararon inocentes. Saadaoui aseguró haber actuado bajo amenazas, mientras que Hussein apenas participó en el juicio y protagonizó un incidente verbal el primer día. El hermano de Saadaoui, Bilel Saadaoui, fue condenado por no revelar información sobre terrorismo.
Las autoridades británicas insisten en que el caso confirma la persistencia de la amenaza. Ken McCallum, director del MI5, recordó que desde 2020 se han frustrado numerosos complots y advirtió que “El terrorismo se reproduce en rincones sórdidos de Internet, donde ideologías tóxicas, de cualquier tipo, se topan con vidas individuales volátiles y a menudo caóticas”.






