El Primer Ministro de Reino Unido se resistió a restringir la actividad, pero cambió cuando las proyecciones mostraron que un cuarto de millón podrían morir
Las muertes por COVID-19 en el Reino Unido aumentaron a 28,131 hasta el 1 de mayo, algo menos que las de Italia, que hasta ahora ha tenido el segundo brote más mortal de la enfermedad detrás de Estados Unidos.
Mientras Gran Bretaña va alcanzando a Italia en la triste condición de ser el país más afectado de Europa, el primer ministro Boris Johnson se enfrenta a las críticas de los partidos de la oposición, que dicen que su gobierno reaccionó tarde en las primeras fases del brote.
El ministro de Vivienda, Robert Jenrick, entregó las últimas cifras del Reino Unido en una reunión informativa en Downing Street el sábado.
Estados Unidos ha tenido 64,740 muertes, seguido por Italia con 28.710, Reino Unido con 28.131 y España con 25,100. Italia, que tiene una población de 60 millones, dijo que las muertes por COVID-19 aumentaron 474 hasta el sábado. El Reino Unido tiene una población de unos 67 millones.
Johnson, de 55 años, se resistió inicialmente a restringir la actividad económica y pública, pero cambió de rumbo cuando las proyecciones mostraron que un cuarto de millón de personas podría morir.
El propio Johnson se enfermó de COVID-19 el mes pasado y pasó tres días en cuidados intensivos. El lunes volvió a trabajar, comentando que la gente de todo el mundo estaba viendo el “aparente éxito” del Reino Unido.
Johnson ha dicho que el país ha superado el pico de la epidemia, pero que todavía es demasiado pronto para relajar el aislamiento que impuso el 23 de marzo, porque podría haber una segunda cima que inunde los hospitales.
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