El cargamento no solo se queda dentro de los centros de readaptación, los reclusorios comparten sus confecciones con los ciudadanos de las zonas aledañas
Los reclusos de los penales de Tanivet y de Ixcotel elaboran cubrebocas como servicio social durante sus estancias.
Tanto reos mujeres como hombres tienen encomendada dicha tarea en las prisiones que están a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO).
De acuerdo con la población de los presidios, el material de protección se reparte entre los mismos habitantes de las penitenciarías y custodios.
Aun cuando muchos de los cautivos no temen contagiarse o no creen en la enfermedad, los cubrebocas se distribuyen como medida preventiva por evitar una propagación y el contagio del Covid-19 dentro de los recintos.
Además, el cargamento no solo se queda dentro de los centros de readaptación, el secretario de Seguridad Pública de Oaxaca, Ernesto Salcedo, informa que los reclusorios comparten sus confecciones con los ciudadanos de las zonas aledañas.
A través de la entrega a los operativos viales, los insumos de uso médico se obsequian a los pobladores en las calles y espacios públicos, principalmente en el mercado de abastos.
Salcedo prevé la maquila de ocho mil piezas elaboradas con doble tela de popelina y con pellón quirúrgico al interior, para mayor protección, en lo que dura la emergencia sanitaria.
Por su parte, los presos declaran su “orgullo” por contribuir a la causa.
“Me siento orgulloso de participar en esta tarea, aunque no tiene miedo de contagiarme”,dijo Esaú López, quien lleva siete años recluido por asaltar una farmacia en Oaxaca
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CAB
