
Más de 120 internos, vinculados a narcotráfico, secuestro y asesinatos, fueron trasladados en un operativo con 400 policías.
En un operativo nocturno y con estricto protocolo de seguridad, se realizó el traslado de más de 120 reos considerados de “máxima peligrosidad” desde el Cereso 3 de Ciudad Juárez hacia distintos penales del estado de Chihuahua. El movimiento, encabezado por un contingente de más de 400 elementos, buscó mitigar el riesgo de disturbios y fugas dentro del penal.
Entre los internos trasladados se encontraban presuntos narcotraficantes, secuestradores y homicidas, responsables de motines, altercados violentos e incluso sospechosos de encubrir asesinatos haciéndolos pasar por suicidios. La medida fue adoptada para romper estructuras criminales que operaban desde prisión.
El despliegue incluyó participación de la Policía Estatal, la Guardia Nacional y elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, quienes ejecutaron la acción durante la noche del domingo. El traslado se concretó hacia el Cereso 1 de Aquiles Serdán, cercano a la ciudad de Chihuahua, y el Cereso 4 en Parral, dentro de la sierra Tarahumara.
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Para garantizar la seguridad durante la operación, se establecieron rutas blindadas, puntos de bloqueo y sistemas de escolta continua. Además, se utilizaron tecnología avanzada, incluidos drones, cámaras de vigilancia interconectadas y monitoreo por video en tiempo real desde centros de mando C7-iA.
Las autoridades estatales afirmaron que esta acción busca disminuir las actividades violentas dentro del sistema penitenciario y desarticular redes delictivas internas. Asimismo, se pretende reforzar el control y la prevención de nuevos brotes de violencia al interior de los centros de reclusión.