
La Nobel guatemalteca recibió su carta de naturalización y fue homenajeada por su lucha histórica en defensa de los pueblos originarios.
Rigoberta Menchú Tum, Premio Nobel de la Paz en 1992, recibió este miércoles la nacionalidad mexicana, tras cumplir con los requisitos legales establecidos por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El titular de la dependencia, Juan Ramón de la Fuente, fue el encargado de entregarle personalmente el documento que oficializa su naturalización como ciudadana mexicana, en una ceremonia donde también se reconoció su destacada trayectoria internacional en favor de los derechos humanos y los pueblos indígenas.
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Menchú cumplió con las condiciones requeridas: residencia legal en México durante al menos dos años, conocimiento de la historia y cultura del país, así como un historial limpio de antecedentes penales.
Durante el acto, De la Fuente destacó el compromiso de la activista con las causas sociales, así como sus aportes académicos en distintas universidades dentro y fuera del país.
Voz de los pueblos indígenas en el mundo
Originaria de Chimel, una comunidad maya en el departamento de El Quiché, Guatemala, Menchú ha sido una figura clave en la denuncia de las violaciones a los derechos humanos cometidas contra los pueblos originarios de su país. Su infancia estuvo marcada por la violencia del conflicto armado guatemalteco: su padre fue asesinado en la embajada de España en 1980; su madre, secuestrada y asesinada meses después; y uno de sus hermanos fue torturado y quemado vivo en 1979.
En el exilio, comenzó una intensa labor internacional para visibilizar el sufrimiento de su pueblo. Desde 1983, participa cada año en las sesiones de la Asamblea General de la ONU, y fue una de las primeras representantes indígenas en colaborar con el grupo de trabajo sobre poblaciones originarias.
Ese mismo año publicó el libro Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia, una obra que amplificó su voz en el mundo entero.
Un compromiso que trasciende fronteras
Con el dinero del Nobel, fundó la Fundación Vicente Menchú, enfocada en apoyar el desarrollo de comunidades indígenas. También ha sido distinguida como embajadora de buena voluntad de la UNESCO y reconocida internacionalmente, entre otros, por el Comité de ONG del Reino de Bélgica.
En México, recibió el doctorado honoris causa por parte de la Universidad de Guadalajara en 1993 y ha mantenido una estrecha relación con el país.
Celebró el triunfo de Claudia Sheinbaum
Menchú fue una de las primeras figuras internacionales en felicitar a Claudia Sheinbaum tras su victoria en las elecciones presidenciales de 2024. En ese momento, destacó el carácter histórico de su llegada a la Presidencia y subrayó su relevancia para el liderazgo femenino en el ámbito global.
“Su papel hoy es histórico: es la primera mujer presidenta, abriendo una nueva era para las mujeres de este país y del mundo”, expresó entonces.
Con esta nueva nacionalidad, Rigoberta Menchú consolida aún más su vínculo con México, país que —al igual que su natal Guatemala— ha sido parte fundamental en su lucha por la justicia social.
Con información de Excelsior