
Rusia reaccionó al bloqueo petrolero impuesto por Estados Unidos a Venezuela y advirtió que una escalada unilateral podría generar consecuencias graves en la región.
El gobierno de Rusia manifestó su preocupación por las recientes decisiones adoptadas por Estados Unidos contra Venezuela y advirtió que una escalada de presión económica y marítima podría derivar en un escenario de alto riesgo para la estabilidad regional y el comercio internacional de energía.
La postura de Moscú se dio a conocer después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, ordenara el bloqueo total de petroleros sancionados que entren o salgan de territorio venezolano, una medida que busca intensificar el cerco económico contra el gobierno de Nicolás Maduro. Analistas internacionales han señalado que esta estrategia equivale, en la práctica, a un embargo petrolero con implicaciones globales.
En los últimos días, la tensión aumentó tras la incautación de un petrolero sancionado frente a las costas de Venezuela. A partir de ese hecho, varios buques cargados con millones de barriles de crudo permanecen detenidos en aguas venezolanas, ante el temor de ser decomisados durante su tránsito marítimo.
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El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia difundió un comunicado en el que expresó su inquietud por la “continua y deliberada escalada de tensiones en torno a Venezuela”, nación a la que considera un socio estratégico. En el mismo texto, la cancillería rusa advirtió que “es especialmente preocupante el carácter unilateral de las decisiones que suponen una amenaza para el transporte marítimo internacional”, y confió en que el gobierno estadounidense “no cometa un error fatal”.
Moscú reiteró su respaldo político al gobierno de Nicolás Maduro y subrayó que el conflicto debe resolverse mediante el diálogo y no a través de medidas coercitivas. “El rumbo del Gobierno de Maduro cuenta con nuestro apoyo”, señaló el documento oficial, en el que también se alertó sobre posibles efectos desestabilizadores en América Latina y el Caribe.
Por separado, el Kremlin reforzó el llamado a la cautela. El portavoz presidencial, Dmitry Peskov, calificó la situación como “potencialmente muy peligrosa” y confirmó que el presidente Vladimir Putin sostuvo recientemente una conversación telefónica con Maduro. Según Peskov, Rusia exhorta a los países involucrados a actuar con moderación para evitar una escalada que pueda derivar en consecuencias fuera de control.
El intercambio de advertencias en torno a Venezuela se suma a la creciente rivalidad geopolítica entre Washington y Moscú, en un contexto donde el petróleo, las sanciones económicas y la seguridad marítima se han convertido en ejes centrales de la disputa internacional.







