La recomendación inicial eran 21 días, que luego por problemas de distribución se extendió a 90.
El Centro Gamaleya que había desarrollado la vacuna Sputnik V explicó que consistía en dos dosis y que la segunda aplicación debía ser entre los 21 y los 28 días, sin embargo actualmente tras casi un año de su creación el intervalo se ha extendido.
Por retrasos en la logística mundial y la limitada producción en su planta en Moscú, Rusia extendió el plazo 3 meses. Alexander Gintsburg, director del Instituto Gamaleya que desarrolló la vacuna, dijo en abril que la brecha entre las inyecciones podría aumentarse a 90 días.
Ahora un nuevo comunicado del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF), que es el encargado de producir la vacuna, aseguró que la brecha entre las dos inyecciones de la vacuna rusa se puede extender hasta los 180 días y no pierde efectividad.
Un funcionario del RDIF, que comercializa la vacuna en el exterior, hizo los comentarios luego de que algunos países decidieran ampliar la brecha entre la primera y la segunda dosis de la vacuna desarrollada en Rusia debido a la escasez existente en la actualidad. De igual forma citó los ensayos de Gamaleya, mismos que mostraban que las brechas más largas habían asegurado una mejor respuesta inmune, pero no dio más detalles de los ensayos. El funcionario emitió la declaración después de una solicitud de comentarios de Reuters y negó que estuviera relacionada de alguna manera con las entregas rusas de Sputnik V.
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