
La directora de Save the Children alertó al Consejo de Seguridad de la ONU que miles de niños en Gaza mueren de hambre y carecen de fuerzas para llorar
La crisis humanitaria en Gaza alcanzó un nuevo nivel de gravedad tras la declaración oficial de hambruna por parte de Naciones Unidas. En una sesión del Consejo de Seguridad, Inger Ashing, directora ejecutiva de Save the Children, describió con crudeza cómo miles de menores padecen inanición y señaló que muchos ya no cuentan con energía ni para expresar su dolor.
Ashing enfatizó que la hambruna, declarada la semana pasada por la ONU, no debe verse únicamente como un concepto técnico sino como una realidad mortal que cobra vidas diariamente.
“Cuando no hay suficiente comida, los niños sufren desnutrición severa y luego mueren lenta y dolorosamente. En pocas palabras, esto es la hambruna”, explicó.
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La representante de la organización detalló el proceso de deterioro físico que enfrentan los pequeños: tras agotar la reserva de grasa corporal, el organismo comienza a consumir músculos y órganos vitales, lo que deriva en un sufrimiento prolongado. “Sin embargo, nuestras clínicas están prácticamente en silencio. Ahora, los niños no tienen fuerzas para hablar ni siquiera para gritar de agonía. Yacen allí, demacrados, literalmente consumiéndose ante nuestros ojos”, advirtió.
Ashing recordó que desde hace meses las organizaciones de ayuda alertan sobre la inminente llegada de este escenario y subrayó la obligación de los gobiernos de actuar de inmediato. “Todos en esta sala tenemos la responsabilidad legal y moral de actuar para detener esta atrocidad”, sentenció.
El panorama fue respaldado por datos de la ONU, que estiman a más de 500 mil personas en condiciones “catastróficas” de inseguridad alimentaria. En total, más de 640 mil habitantes del enclave podrían quedar expuestos a un hambre extrema en los próximos meses si no se garantiza la entrada de suministros.
Las restricciones impuestas por Israel a la ayuda humanitaria, que en algunos periodos se han traducido en bloqueos totales, son señaladas por agencias internacionales como una de las causas centrales del colapso. De acuerdo con reportes, siete de cada diez niños menores de cinco años atendidos en clínicas de Save the Children ya presentan signos de desnutrición aguda, mientras que los cargamentos de asistencia que logran ingresar son apenas una fracción de lo necesario.
En el ámbito diplomático, 14 de los 15 miembros del Consejo de Seguridad coincidieron en exigir a Israel que cese las hostilidades, facilite el acceso pleno a alimentos, medicinas, agua potable y combustible, y que se decrete un alto el fuego inmediato. Estados Unidos, en contraste, se abstuvo de respaldar esa resolución.
Organizaciones humanitarias advierten que, de no revertirse esta situación de forma urgente, Gaza enfrentará consecuencias irreversibles, con la población infantil como principal víctima de una hambruna histórica en Medio Oriente.