Se cumplen quince años de “La noche de Tláhuac” #VIDEO

Han pasado quince años de aquella tragedia que se convirtió en un estigma para los habitantes de San Juan Ixtayopan, en la hoy alcaldía Tláhuac

El martes 23 de noviembre de 2004, pasadas las 5 de la tarde, inició la pesadilla para el Subinspector Víctor Mireles Barrera, el suboficial Cristóbal Bonilla Martín y el suboficial Edgar Moreno Nolasco, que formaban parte de la división de Inteligencia de Terrorismo de la Policía federal Preventiva (PFP).

Pobladores de la colonia Jaime Torres Bodet, los acusaban de secuestrar a dos niños de la escuela primaria Popol Vuh, ubicada en la primera cerrada de Educación Tecnológica.

“Me dicen que habían agarrado a unos robachicos y yo vengo a ver porque mi hijo venía en esta primaria. Estaba yo cenando y llega un primo eran como las 6:30 de la tarde”, es el testimonio anónimo de una de las personas que vivió aquella noche.

Por más de tres horas fueron golpeados. Algunos policías de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del Distrito Federal, sólo observaban, poco podían hacer ante la turba enardecida.

“Después de las seis y media 7, empezaron a llegar patrullas, muchas motos con policías pero nunca vi que participaran en el problema, ya había más de 100 personas”, recuerda Mario Ríos Garcés, ex coordinador territorial de San Juan Ixtayopan.

“Yo veía a varios sobre todo uno con un bat se iba para allá regresaba y con el bat golpeando y se iba para otro lado y lo mismo hacía”, añade.

Tres llamadas de auxilio a sus superiores, pero la ayuda nunca llegó, y pasadas las 9:00 de la noche, los cuerpos de Mireles y Bonilla quedaron inertes en el piso, ante la mirada algunos estudiantes de secundaria. Nolasco, terminó gravemente herido, antes de ser rescatado por agentes judiciales.

Tras la barbarie, las autoridades de los distintos niveles de gobierno argumentaron que el rescate no fue posible debido a la distancia y dificultad para reunir un contingente de agentes.

Sin embargo, a 17 kilómetros de la colonia Jaime Torres Bodet, se encuentra el Agrupamiento Fuerza de Tarea “Zorros” cuerpo élite de la entonces SSP, especializado en la negociación de rehenes y penetración para asalto y captura, con un tiempo de traslado de entre 40 y 50 minutos.

A 6.4 kilómetros, con un tiempo aproximado de 20 minutos, se encuentra la subprocuraduría de Justicia de Tláhuac, del entonces Distrito Federal.

Mientras que el Sector Tecomitl de la SSP se ubica a 3.1 kilómetros con un tiempo de 10 minutos y a solo 4.8 kilómetros se encuentra el Sector de Policía Mixquic, que está a un tiempo estimado de 15 minutos.

Por último, la Secretaría de Seguridad Pública de Milpa Alta, ubicada a 7.4 kilómetros con un tiempo aproximado de 20 minutos.

Otra de las justificaciones fue la falta de comunicación entre las autoridades locales y federales.

Gabriel Regino, Subsecretario de Seguridad Pública, acusó al comisionado de la PFP, José Luis Figueroa Cuevas, de minimizar el linchamiento, ya que aseguró, éste siempre estuvo enterado de la situación, pero la PFP estaba más empeñada en justificar la presencia de los agentes encubiertos que en saber qué es lo que pasaba.

La incertidumbre sobre qué hacían los 3 agentes en Tláhuac se incrementó con las dos versiones oficiales: labores de narcomenudeo o la existencia de grupos guerrilleros, a los que estaba ligada Alicia Zamora Luna, alias “La Gorda”, y su esposo Eduardo Torres Montes, identificados como instigadores de la turba, según el entonces comisionado de la Policía Federal, Facundo Rosas.

Al respecto, Miguel Ángel Cuesta García, abogado de los detenidos reconoce que “había trabajo de narcomenudeo, sí, pero no de ellos, eso trabajos se estaban realizando en un monitoreo de puntos específicos pero había reuniones que se llevaban a cabo en el punto centro del deportivo de Tláhuac, y los problemas de terrorismo vienen a la entrada de Peña Alta”.

“Recordemos primero la estructura, el área de inteligencia conocía de tareas que tenían que ver… esto no tendría que asustar a nadie, añade Manelich Castilla Craviotto, ex comisionado General de la Policía Federal.

Como resultado del linchamiento de los tres agentes, el presidente Vicente Fox Quesada cesó un mes después a varios funcionarios, entre los que destaca el comisionado de la Policía Federal Preventiva PFP, José Luis Figueroa.

Por Said Neri

Contenido relacionado

Sheinbaum califica de «inaceptable» linchamiento de presunto violador en Xochimilco

Mas Noticias