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Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos y COVID-19

Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos y COVID-19

El uso indebido de antibióticos para tratar COVID-19 podría conducir a la aparición y propagación aceleradas de resistencia a los antimicrobianos

Cada año, la Semana Mundial de Concienciación sobre el Uso de los Antimicrobianos tiene por objeto concienciar sobre la resistencia a los antimicrobianos a nivel mundial y fomentar las mejores prácticas entre el público en general, los trabajadores de la salud y los encargados de formular políticas para detener la aparición y la propagación de infecciones resistentes a los medicamentos.

Dado que la resistencia se está extendiendo a una gama más amplia de medicamentos, hemos ampliado el enfoque de esta campaña de los antibióticos a todos los antimicrobianos.

El lema de la Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos 2020 para el sector de la salud humana es «Unidos para preservar los antimicrobianos».  

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La resistencia a los antimicrobianos se produce cuando las bacterias, los virus, los hongos y los parásitos cambian con el tiempo y ya no responden a los medicamentos, lo que hace que las infecciones comunes sean más difíciles de tratar y aumenta el riesgo de propagación de enfermedades, de padecimiento de enfermedades graves y de muerte.

Hay muchos factores que han acelerado la amenaza de la resistencia a los antimicrobianos en todo el mundo, entre ellos el uso excesivo e indebido de medicamentos en los seres humanos y en la ganadería y la agricultura, así como el acceso deficiente al agua potable, el saneamiento y la higiene.

¿Por qué está aumentando la resistencia a los antimicrobianos?            

El uso indebido y el uso excesivo de antimicrobianos en los seres humanos, los animales y las plantas son los principales factores que impulsan el desarrollo de infecciones resistentes a los medicamentos.

También contribuyen las prácticas de prescripción médica deficientes y el incumplimiento del tratamiento por parte de los pacientes. Por ejemplo, los antibióticos matan las bacterias, pero no los virus que provocan enfermedades como el resfriado y la gripe.

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Pese a ello, a menudo se prescriben incorrectamente antibióticos para esas enfermedades o estos se toman sin la debida supervisión médica. Los antibióticos también suelen utilizarse en exceso en los animales de granja y en la agricultura.

La falta de agua potable y saneamiento en los centros de atención de la salud, las granjas y los entornos comunitarios y la prevención y el control inadecuados de las infecciones promueven la aparición y la propagación de infecciones resistentes a los medicamentos.

El uso indebido de antibióticos durante la pandemia de COVID-19 podría conducir a la aparición y propagación aceleradas de resistencia a los antimicrobianos.

La COVID-19 está causada por un virus, no por una bacteria y, como se ha dicho, los antibióticos no deben utilizarse para prevenir o tratar infecciones víricas, a menos que también estén presentes infecciones bacterianas.

IPR

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