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Senado de EE.UU. confirma a Ketanji Brown como primera mujer afroamericana en el Supremo

Senado de EE.UU. confirma a Ketanji Brown como primera mujer afroamericana en el Supremo

Ketanji Brown Jackson se convirtió en la primera mujer afroamericana en llegar a la Máxima Corte de EE.UU. en sus 232 años de historia

El Senado de Estados Unidos confirmó este jueves la nominación de Ketanji Brown Jackson para ocupar un lugar en la Corte Suprema, con lo que la candidata del presidente Joe Biden será la primera jueza afroamericana del máximo tribunal del país.

Con 53 votos a favor, tres de ellos republicanos, se confirmó la nominación de Ketanji Brown Jackson. La jueza se desempeñaba como jueza en la Corte de Apelaciones de Estados Unidos para el Circuito de D.C. Reemplazará al juez Stephen Breyer, quien anunció su retiro en enero.

La votación no pudo cerrarse de inmediato debido a que el senador por Kentucky, el republicano Rand Paul, no emitió su voto en el momento indicado. Sin embargo, con 53 votos a favor, Ketanji Brown Jackson había alcanzado el umbral necesario para confirmar su nominación.

La discusión en el Pleno se prolongó, con varios recesos, desde el día martes hasta este jueves cuando con los votos de tres senadores republicanos se logró la confirmación de la nominación. Susan Collins, de Maine; Lisa Murkowski, de Alaska, y Mitt Romney, de Utah, dijeron en esencia lo mismo: que si bien no siempre estaban de acuerdo con Jackson, la consideraban altamente calificada para el puesto.

Collins y Murkowski deploraron el proceso partidista de confirmación, que la primera consideró “quebrado” y la segunda calificó de “corrosivo” y “año a año, cada vez más apartado de la realidad”.

El lunes por la noche, el Senado votó 53-47 para que la nominación de Jackson saliera del Comité Judicial y pasara a ser discutida en el Pleno después de que el panel del comité llegara a un punto muerto, con un empate 11-11.

Fueron Collins, Murkowski y Romney quienes destrabaron el proceso y ayudaron a que llegara al Pleno. La votación del comité, dividida según líneas partidistas, fue el primer punto muerto en una nominación a la Corte Suprema en tres décadas.

El principal republicano del comité judicial, el senador de Iowa, Chuck Grassley, dijo que se oponía a la nominación de Jackson porque “ella y yo tenemos puntos de vista fundamentales y diferentes sobre el papel de los jueces y el papel que deberían desempeñar en nuestro sistema de gobierno”.

En el comité judicial no se había estancado en una nominación a la Corte Suprema desde 1991, cuando Joe Biden era el presidente del comité y una moción para enviar la nominación del actual juez Clarence Thomas al pleno con una recomendación “favorable” fracasó en una votación de 7-7. Luego, el comité votó para enviar la nominación al Pleno sin una recomendación, lo que significa que aún podría someterse a votación.

El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, de Kentucky, marcó la pauta para la mayoría de su partido la semana pasada cuando dijo que “no puede ni quiere” apoyar a Jackson, citando las preocupaciones del Partido Republicano planteadas en las audiencias sobre su historial de sentencias y su respaldo de grupos de defensa liberales.

Los republicanos en el panel judicial continuaron presionando el lunes para pintar a Jackson como blanda con el crimen, defendiendo sus repetidas preguntas sobre su sentencia por delitos sexuales.

Jackson rechazó la narrativa republicana, declarando que “nada podría estar más lejos de la verdad” y explicando su razonamiento en detalle. Los demócratas dijeron que estaba de acuerdo con otros jueces en sus decisiones. Y el lunes criticaron el cuestionamiento de sus homólogos republicanos.

La llegada de Jackson a la máxima corte no cambiará su composición ideológica, ya que con seis jueces de tendencia conservadora y tres progresista está más inclinado a la derecha que en ningún momento desde la década de 1930.

Sin embargo, Jackson tiene una experiencia diferente a la del resto de magistrados. Por ejemplo, será la primera jueza con experiencia como abogada de oficio para personas con pocos recursos.

Brown Jackson, una jueza de corte de apelaciones de 51 años, sería apenas la tercera integrante afroamericana del tribunal después de Thurgood Marshall y Clarence Thomas, y la sexta mujer. Se sumaría a otras dos mujeres, Sonia Sotomayor y Elena Kagan, en el ala liberal de una corte en que los conservadores superan a los liberales por 6-3. Y junto con Amy Coney Barrett en la otra ala, cuatro de los nueve integrantes serían mujeres, algo inédito en la historia.

Brown Jackson nació en Washington, DC y asistió a la secundaria Palmetto Junior High en Florida, donde se convirtió en presidenta del cuerpo estudiantil de la secundaria superior. Más tarde se graduó en la Universidad de Harvard y fue editora de Harvard Law Review.

Ya como jueza, fue comisionada de Sentencias para reducir las penas de gran parte de los delitos federales de narcotráfico. Además de la nominación de Biden, Brown cuenta con el apoyo del abogado Ben Crump, especialista en casos de derechos civiles que ha representado a familias de víctimas de la brutalidad policial, incluidos Breonna Taylor y George Floyd.

También cuenta con el respaldo de los progresistas demócratas debido a las decisiones que tomó en su etapa como jueza federal de Washington en 2018, en ese entonces invalidó un plan del expresidente Donald Trump para facilitar el despido de los trabajadores del sector público.

Biden nominó a Jackson en febrero, cumpliendo una promesa de campaña de nominar a una mujer afroamericana a la Corte Suprema por primera vez en la historia de Estados Unidos. Ella tomaría el asiento del juez Stephen Breyer, quien anunció en enero que se retiraría después de 28 años en la corte.

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CAB

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