
La presidenta Claudia Sheinbaum reiteró que un impuesto a las remesas dañaría tanto a familias mexicanas como a la economía de Estados Unidos y anunció posibles protestas
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró su rechazo a la propuesta de imponer un impuesto a las remesas enviadas por migrantes, planteada en Estados Unidos. Según la mandataria, esta medida afectaría a millones de familias mexicanas, pero también tendría consecuencias negativas en el propio territorio estadounidense, al reducir el poder adquisitivo de comunidades que dependen de esos recursos.
Durante una conferencia, Sheinbaum explicó que por el momento el Senado estadounidense no se encuentra en sesiones, pero anunció que en los próximos días una delegación de senadores mexicanos viajará a Washington para presentar argumentos en contra del gravamen del 3.5 por ciento que se plantea aplicar a las transferencias enviadas desde ese país hacia México.
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“Y ahí pues regresan senadores de México y también pues muchas organizaciones con las que han estado en contacto el Embajador de México en Estados Unidos (Esteban Moctezuma) y muchas otras organizaciones de mexicanos en Estados Unidos, sobre todo mexicanos estadounidenses que no están de acuerdo y están pues haciendo cartas eh comunicados para poder eh decir pues que no estamos de acuerdo”, detalló.
Sheinbaum señaló que diversas agrupaciones de la comunidad mexicana en Estados Unidos han expresado públicamente su oposición a la medida. Cartas, pronunciamientos y mensajes firmados por ciudadanos binacionales han comenzado a circular para hacer patente su inconformidad ante el posible impuesto.
La presidenta insistió en que imponer un cobro a las remesas constituye un acto de discriminación, ya que penaliza a los migrantes por el simple hecho de apoyar económicamente a sus familias. Además, alertó que la medida impactaría de manera directa el flujo de dinero que alimenta el consumo tanto en México como en algunas regiones de Estados Unidos.
“Y en ese marco, pues ya si es necesario, pues haremos movilizaciones que muestren para pacíficas que muestren que no estamos de acuerdo y nuestros argumentos de por qué no estamos de acuerdo”, expresó.
Sheinbaum subrayó que las posibles protestas serían pacíficas y organizadas con el objetivo de visibilizar el rechazo social a una medida que, de aprobarse, podría desincentivar el envío de remesas, que representa una de las principales fuentes de ingreso para millones de familias en el país.
El Gobierno de México, reiteró, continuará el diálogo diplomático con autoridades estadounidenses y promoverá acciones institucionales y sociales en defensa de los migrantes, sin descartar la movilización ciudadana como último recurso.