
Claudia Sheinbaum reiteró que México ya estableció mesas de diálogo con EE. UU. en materia de seguridad, migración y comercio, con el objetivo de esquivar la implementación del arancel del 30 % programado para el 1 de agosto.
Desde el pasado 17 de junio, una delegación mexicana —integrada por funcionarios de Economía, Hacienda, Relaciones Exteriores, Energía y Seguridad— se encuentra en Washington en una mesa de trabajo con autoridades estadounidenses para abordar un acuerdo integral que evite la imposición de gravámenes, informó la presidenta Sheinbaum desde Vidám, Sonora.
La mandataria subrayó que la notificación enviada por el gobierno de Trump detalla la creación de un mecanismo de negociación antes del 1 de agosto. Sheinbaum insistió en mantener la calma y aseguró que, según los avances actuales, confía en que se logrará un pacto que incluya tanto comercio como seguridad.
Sheinbaum destacó que estos acuerdos contemplan esfuerzos balanceados: México ya trabaja para frenar el tráfico de fentanilo, mientras que Estados Unidos debe asumir su parte, particularmente en el control de armas que cruzan hacia suelo mexicano.
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Respecto al alcance de los potenciales aranceles, la presidenta aclaró que las exportaciones cubiertas por el Tratado de Libre Comercio (TMEC) están protegidas, pero la incertidumbre persiste para otros sectores. Por ello, afirmó que analizarán con detalle los productos implicados y reforzarán la defensa de empleos y empresas mexicanas.
Finalmente, Sheinbaum enfatizó que el planteamiento es ambicioso: un “acuerdo global”, no fragmentado. Señaló que está prácticamente cerrado y solo quedan detalles por pulir. En caso de no concretarse, hay un plan B; pero confiamos en que, con diálogo y coordinación, se alcanzará una solución respetuosa con la soberanía mexicana.