
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, se pronunció tras la decisión de las autoridades estadounidenses de no solicitar la pena de muerte para tres reconocidos exlíderes del narcotráfico: Ismael Zambada García (El Mayo), Vicente Carrillo Fuentes (El Viceroy) y Rafael Caro Quintero.
Sheinbaum recalcó que esta clase de resoluciones corresponden exclusivamente al gobierno de Estados Unidos. No obstante, dejó claro que tanto ella como su administración están en contra de la pena de muerte, postura que forma parte de los principios del gobierno mexicano.
Además, la mandataria indicó que no se tiene información sobre algún posible acuerdo entre los acusados y las autoridades estadounidenses en relación con esta medida.
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Por su parte, el fiscal Joseph Nocella Jr. anunció ante una corte en Nueva York que el gobierno estadounidense no buscará la pena capital en los procesos judiciales contra estos tres narcotraficantes, quienes fueron extraditados desde México y enfrentan cargos por delitos como homicidio, tráfico de drogas y crimen organizado.
Expertos señalaron que esta decisión obedece a razones estratégicas, como la edad avanzada de los acusados, la posibilidad de extensos procesos de apelación y el potencial de generar reacciones violentas en México ante la aplicación de una sentencia de muerte.