El dígito robótico es capaz de arrastrar el teléfono, una función especial pensada para que el móvil se acerque por si solo a su propietario
La innovación tecnológica ha desarrollado objetos y accesorios que para algunas personas pareces exagerados, pero para otras representa un auxiliar en su vida cotidiana.
Tal es el caso de MobiLimb, un dedo robótico que se adhiere al teléfono y te da masajes y caricias mientras lo estás utilizando.
Este curioso invento ha sido creado por el investigador de interacción humano-computadora Marc Teyssier y sus colegas de la Universidad Paris-Saclay y la Universidad de la Sorbona en Francia.
El dispositivo se engancha al smartphone a través del puerto USB, y funciona gracias a un microcontrolador Arduino y cinco servomotores que están dentro de su carcasa impresa en 3D.
“En el espíritu del aumento humano, que apunta a superar las limitaciones del cuerpo humano mediante el uso de dispositivos robóticos, nuestro enfoque apunta a superar las limitaciones de los dispositivos móviles (estática, pasiva, sin movimiento) mediante el uso de una extremidad robótica”, explica Marc Teyssier.
El dígito robótico, que parece sacado de una película de terror o ciencia ficción, es capaz incluso de arrastrar el teléfono por una superficie, una función especial pensada para que el móvil se acerque por si solo a su propietario, aunque verlo en acción puede resultar bastante espeluznante.
El dedo se puede programar para que toque sobre una superficie o sacuda el dispositivo cada vez que reciba una notificación.
Pero lo que llama más la atención es que el MobiLimb también puede acariciar la muñeca del usuario. Este movimiento se activa como respuesta cuando el móvil recibe un emoji positivo.
Para que la experiencia sea más realista, el dispositivo se puede cubrir con una piel de goma que lo hace parecer más “humano”, o bien con una afelpada cobertura que simule ser la cola de un gato.
How MobiLimb is made? 5 servo-motors, one #Arduino leonardo pro micro and no PCB! #diy pic.twitter.com/N2OFs6G2UA
— Marc Teyssier (@marcteyssier) 8 de octubre de 2018
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