
Las réplicas continúan en el este del país mientras equipos de rescate buscan sobrevivientes y organismos internacionales envían asistencia urgente.
Un nuevo terremoto de magnitud 5.2 sacudió el este de Afganistán este martes, afectando la misma zona golpeada por el sismo de 6.0 del domingo pasado, que dejó al menos 1,411 muertos y más de 3,100 heridos. El epicentro se localizó cerca de Jalalabad, en la provincia de Nangarhar, a solo ocho kilómetros de profundidad, lo que aumentó el riesgo de destrucción.
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El portavoz de gestión de desastres en Kunar, Ehsanullah Ehsan, explicó que las réplicas son frecuentes en la región, pero hasta ahora no han causado nuevas víctimas. Sin embargo, los equipos de rescate continúan trabajando entre los escombros de más de 5 mil viviendas derrumbadas, mientras habitantes locales se suman a los esfuerzos para buscar sobrevivientes.
En provincias vecinas, como Nangarhar y Laghman, se registraron decenas de muertos y cientos de heridos. Muchas familias han enterrado a sus fallecidos siguiendo el rito musulmán, mientras que los sobrevivientes enfrentan la devastación de casas construidas principalmente con adobe, material vulnerable a los terremotos cercanos a la superficie.
Respuesta internacional
La ONU movilizó cinco millones de dólares a través de su fondo mundial de intervención de emergencia. La Unión Europea enviará 130 toneladas de ayuda humanitaria y destinará un millón de euros a organizaciones internacionales que ya operan en la zona. Por su parte, Londres aportará 1.3 millones de dólares para apoyar a las familias afectadas.
La ayuda es crítica en Afganistán, uno de los países más pobres del mundo, que enfrenta una prolongada crisis humanitaria y una capacidad limitada para responder a desastres, agravada por la reducción de asistencia extranjera en los últimos años.
Expertos advierten que el número de víctimas podría aumentar, considerando la dificultad de acceso a las zonas montañosas y la magnitud de la destrucción. Tras años de conflictos y terremotos recurrentes, la población afgana sigue enfrentando enormes desafíos para recuperarse de esta tragedia.
Con información de Excelsior