
Mientras varias celebridades mexicanas expresan su apoyo a la comunidad migrante en Estados Unidos, Thalía evita pronunciarse sobre las redadas del ICE
En medio del clima de tensión provocado por las recientes redadas migratorias realizadas en Estados Unidos, diversas voces del espectáculo han mostrado su respaldo a los migrantes detenidos. Figuras como Salma Hayek, Eugenio Derbez y Pepe Aguilar utilizaron sus redes sociales para expresar indignación y solidaridad. En contraste, Thalía ha optado por no emitir declaraciones sobre el tema.
Las acciones emprendidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) han derivado en la detención de al menos 42 ciudadanos mexicanos y la deportación de cuatro de ellos, según reportes oficiales. El operativo ha sido fuertemente criticado por organizaciones defensoras de derechos humanos, activistas y sectores del entretenimiento que buscan visibilizar el impacto de estas medidas sobre las comunidades latinas.
Salma Hayek se pronunció con contundencia, señalando que “las redadas separan familias y destruyen vidas”, mientras que Eugenio Derbez pidió a sus seguidores no ser indiferentes ante una situación que consideró “urgente y dolorosa”. En ese mismo tono, Pepe Aguilar compartió un mensaje de apoyo, subrayando que los migrantes merecen respeto y protección.
Thalía, por su parte, ha mantenido una postura distante. Durante una aparición pública reciente, evitó responder preguntas sobre el tema, limitándose a saludar a sus seguidores sin emitir opinión alguna. Esta actitud ha llamado la atención debido a su gran presencia mediática y al hecho de que con frecuencia expresa orgullo por sus raíces mexicanas a través de sus plataformas digitales.
Desde que se casó con el empresario Tommy Mottola en el año 2000, Thalía reside en Nueva York, ciudad donde ha construido una sólida carrera en el ámbito musical y empresarial. A pesar de su influencia y su amplio número de seguidores, hasta el momento ha optado por no abordar la crisis migratoria ni pronunciarse sobre las acciones del gobierno estadounidense.
Este silencio contrasta con el activismo mostrado por otros artistas latinos que han buscado sensibilizar a la opinión pública y ejercer presión sobre las autoridades. La expectativa sobre una posible reacción de Thalía continúa entre sus admiradores y críticos, quienes observan con atención la postura de las figuras públicas frente a un tema que afecta directamente a miles de personas.
En un contexto marcado por divisiones políticas y sociales, el respaldo de personalidades influyentes puede tener un efecto significativo. Aunque no existe una obligación formal de posicionarse, la omisión de Thalía no ha pasado desapercibida y sigue generando debate entre quienes consideran que el arte y la fama también conllevan responsabilidad social.