
La joven se volvió viral en TikTok tras exhibir su venganza contra su ex por infidelidad, generando una ola de apoyo y confesiones similares en redes.
Una joven usuaria de TikTok, identificada como @amemoonxo, generó una oleada de reacciones tras compartir un video donde muestra cómo dañó varios pares de tenis de su expareja como represalia por una infidelidad. Su publicación se volvió viral y fue ampliamente respaldada por internautas que compartieron vivencias similares.
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En las imágenes, la joven aparece rayando al menos seis pares de tenis deportivos —aparentemente de marcas reconocidas— con un marcador permanente. Palabras como “infiel” y otros insultos aparecen escritas sobre el calzado. El video estaba acompañado del mensaje “Cómo olvidar cuando me fue infiel”, mientras que en la descripción solo escribió “LOL”.
Más adelante, la tiktoker explicó que actualmente puede tomarlo con humor, pero reconoció que atravesó una etapa emocionalmente difícil debido a una relación marcada por engaños repetidos. Relató que tras una primera traición, decidió perdonar al joven ante promesas y obsequios, pero finalmente la historia se repitió.
Lejos de recibir críticas, la mayoría de los usuarios celebraron su reacción. Algunos incluso le sugirieron métodos más duraderos de “venganza”, como usar pintura acrílica o tintes para cabello en lugar de plumones.
Reacciones y debate en redes
El caso despertó una serie de testimonios en los comentarios. Personas usuarias de la plataforma contaron experiencias personales similares, en las que reaccionaron con acciones igualmente simbólicas o radicales:
- “Le rompí su fe de bautizo y todas sus medallas.”
- “Quemé todos sus trajes de diseñador.”
- “Metí demanda de pensión.”
- “Le rayé el coche y le pinché las llantas.”
- “Hablé con la policía y le incautaron lo que tenía guardado.”
Aunque la publicación original fue eliminada en dos ocasiones por TikTok, la joven señaló que teme perder su cuenta si lo vuelve a compartir.
Este tipo de contenido ha reactivado la discusión sobre los límites del desahogo emocional en redes sociales, el escrache digital y los riesgos de convertir conflictos personales en espectáculos virales.