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Tlalnepantla bajo el ataque de Morena

De Política Y…Los Otros Datos 

Raúl García Araujo

Los fenómenos naturales son cada día más devastadores a causa del cambio climático. No hay mejor prueba de lo anterior que el huracán “Otis”, que sumió en la desgracia al pueblo de Guerrero, en especial al puerto de Acapulco.

Lo vergonzante es que en medio de la tragedia, hay políticos vivales que se aprovechan de ella para sacar raja política, para poner en evidencia la guerra preelectoral y la adelantada sucesión del 2024.

Quizá la comparación es un poco desproporcionada, pero, las evidencias son claras y contundentes. Las narrativas de los conservadores, esos que durante años construyeron un gran país para después saquearlo llenan de críticas a la “4T”, mientras que en la otra esquina está el discurso de odio de los llamados liberales que queman incienso al “pueblo bueno” ese que se dedica a denostar lo que construyó el ala conservadora y que haga lo que haga buscan a toda costa destruirlo al grado de robar o vandalizar las buenas obras que realizan los gobiernos de la ahora llamada oposición.

Un botón de muestra ocurre en Tlalnepantla, uno de los municipios del Valle de México más pujantes y de alta importancia en cuanto a movilidad, inversión, desarrollo  y de política, elegido como la última joya del priismo mexiquense, que ha sido blanco de ataques orquestados por algunos actores políticos que con tal bajeza y sin escrúpulo alguno han realizado destrozos al mobiliario público y urbano de la localidad.

Hace unos días el alcalde de ese municipio, Marco Antonio Rodríguez Hurtado, presentó un programa de rehabilitación de siete parques, anunció realizado en la colonia Tabla Onda, no pasaron 24 horas cuando vecinos de la zona denunciaron a este columnista que personas afines a líderes de Morena se llevaron hasta los botes de basura que no lograron recolectar ni la primer ese canina.

En la colonia Santa Mónica destruyeron un parque completo. Se robaron lámparas, rompieron bancas y un gran etcétera de impunidad en nombre de los liberales esos que no ayudan pero no soportan ver que las cosas van bien al menos en algunos aspectos.

Esta mezquindad y ganas de sabotear las buenas acciones y obras que se hacen en favor de la comunidad para recuperar la paz social y la armonía vecinal a partir de programas que buscan integrar a las comunidades con sus espacios, no gana votos ni genera empatías y deja lugares devastados y sucios como lo hacen los fenómenos meteorológicos de esos que hablamos al inicio de esta columna.

Lo ocurrido en Tlalnepantla es un llamado a tiempo a la mandataria del Estado de México Delfina Gómez quien lleva como bandera de su administración el lema  “El poder de servir”, para que llame a sus seguidores a respetar los tiempos políticos, pero más aún, las acciones que van directamente en beneficio de los ciudadanos que confiaron en Tony Rodríguez en su momento, y en ella para hacerla gobernadora de la más importante entidad del país.

Gobernar con la oposición de manera coordinada, y reconocer los aciertos, es un principio de buena democracia y reconocer que la alternancia no es mala, si se saben sumar esfuerzos y adoptar las buenas prácticas y políticas públicas que hacen una sociedad más libre y consciente de sus buenos gobiernos.

Insisto, es un llamado urgente a esos morenistas que navegan con la bandera de la democracia, pero que actúan como verdaderos “porros” al prentender conseguir el voto de la gente a través del vandalismo y no en las urnas, situación que tanto repudia desde el atril presidencial su máximo líder moral y político, Andrés Manuel López Obrador.

Banorte atado de manos

Nos cuentan que el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, tendrá que llamar a cuentas o que le den una explicación integrantes de su equipo. Esto empezando por la secretaria de Salud, Oliva López Arellano y el director general de Servicios de Salud Pública, Jorge Alfredo Ochoa Moreno, porque tienen un fuerte adeudo con Seguros Banorte que afecta a varias familias de ex trabajadores que fallecen o que tienen accidentes graves.

El área de Siniestros de Vida e Indemnizaciones de Banorte no puede entregar los seguros institucionales porque en las oficinas de Sedesa en Nonoalco, cuentan que entre Eunice Farías Martínez, directora de finanzas y Juan Carlos Espinosa Tapia, subdirector de Administración de Capital Humano, se echan la bolita de un importante retraso de pagos de la póliza del seguro al que tienen derecho las familias y hacen caso omiso a las solicitudes de los afectados bajo el eterno argumento de “estamos conciliando”.

Vaya que a Martí Batres las cosas se le complican en el gobierno capitalino, ya que no sale de un problema para meterse en otro y eso que su administración no pague las pólizas de los seguros de sus trabajadores, habla muy mal de él y de sus servidores públicos que están más lejos de sus trabajadores y sus familias.

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