Los agentes descubrieron que a Jessica la había secuestrado un grupo de jóvenes vecinos que eran sus conocidos
La historia de los sanguinarios asesinos de Jessica, una carismática adolescente del Estado de México es el caso que esta semana nos trae Carlos Jiménez en “Tras la pista”.
Su nombre era Jessica Serrano, una joven adolescente de apenas 16 años de edad a la que le gustaba cantar, bailar, hacer bromas y patinar, hasta que una tarde de noviembre fue secuestrada, torturada y finalmente asesinada.
Dos días después de ser plagiada, su cuerpo sin vida fue abandonado por sus agresores en un paraje del municipio de San Salvador Atenco, Estado de México.
Tras recibir la denuncia de la privación ilegal de la libertad, la Fiscalía General de Justicia del Estado de México comenzó de inmediato la investigación del caso.
En un principio, se exigían dos millones de pesos como rescate a cambio de la libertad de Jessica, pero al poco tiempo todo cambió por el homicidio.
“Fue privada de su libertad por cinco sujetos quienes en el momento que la tuvieron en un domicilio la vendaron la amordazaron y le dieron un disparo en una pierna para que no pudiera caminar, no pudiera salirse y darse a la fuga”, relata Raúl Reyes Cerezo, encargado de la Unidad de Mandamientos Judiciales.
Ante este panorama, los agentes comenzaron a investigar de dónde provinieron las llamadas de rescate y de inmediato descubrieron que a Jessica la había secuestrado un grupo de jóvenes vecinos que eran sus conocidos.
Así planearon un primer operativo de captura y en poco tiempo fueron detenidos los tres primeros plagiarios. Pero faltaban dos integrantes de la banda que huyeron de sus casas tras cometer el crimen.
“Las otras dos que son dos hermanos, se dan a la fuga y tratan de salir del país y no lo logran por el lado de Tamaulipas”, explica Antonio Vázquez, coordinador de Mandamientos Judiciales.
Secuestran, torturan y asesinan a una joven de tan solo 16 años… Agentes de la Policía fueron tras los responsables, después de una ardua investigación así fue como lograron detenerlos.
— imagenzea (@imagenZea) 3 de mayo de 2019
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Con estos datos, los agentes comenzaron a seguirles la pista e hicieron una geolocalización telefónica, descubriendo que ambos querían escapar hacia a Estados Unidos, llegando hasta la frontera de Reynosa. Pero por falta de papeles no pudieron cruzar hacia territorio estadounidense y huyeron hacia otra entidad.
“Extraemos información como geolocalizaciones, contactos llamadas, y las llamadas nos llevan al estado de San Luis potosí a donde ubicamos perfectamente el domicilio en el que estaban siendo resguardados”, señala Reyes Cerezo.
Apenas ubicaron la casa, los agentes organizaron el operativo de captura, reconociendo su participación en el crimen al momento de ser detenidos. Así terminaron su vida en libertad este par de delincuentes.
Con estas capturas, finalmente la Fiscalía General del Estado detuvo a los cinco integrantes de esta banda delictiva, de los cuales uno era menor de edad. Sin embargo, actualmente todos se encuentran presos en penales estatales a la espera de ser sentenciados por acaba con la vida de Jessica de solo 16 años de edad.
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